Page 56 - 28 Hubble
P. 56
no se podía esperar un caballo de carreras de buena casta. Aun-
que Edwin y Grace pensaban de forma muy parecida, este pensa-
miento racista no es atribuible a Edwin.
Grace no demostraba un trato justo con sus congéneres
cuando decía que «las mujeres o bien eran satélites o bien pa-
rásitas», ni tampoco cuando prohibió que fuera una mujer quien
escribiera la biografía de su marido una vez muerto. Sus opinio-
nes sobre los negros tampoco hubieran parecido presentables
hoy en día. Sin embargo, es difícil enjuiciar personajes pasados
con la mentalidad de nuestros días. Por lo demás, Grace era muy
imaginativa, y anotaba en su diario sus impresiones sobre los
personajes que iba conociendo. Sus ideas racistas y elitistas eran,
en la mayoría de los casos, celebradas por sus invitados o por sus
anfitriones.
Entre los personajes científicos que conocieron con cierta
intimidad, podríamos destacar al indio Subrahmanyan Chandra-
sekhar ( 1910-1995) y a su mujer, la inolvidable Lalitha. Chandrase-
khar sería quien propondría a Hubble para el Nobel, proposición
fallida por la muerte de este. Entre los artistas podríamos citar
a Frank Capra, el director de cine, a los actores Leslie Howard,
Gary Cooper, Helen Rayes y Clark Gable; a Anita Loos, escritora
de guiones de cine, por ejemplo el del filme Los caballeros las
prefieren rubias (1953), Cole Porter, el compositor, así como al
entonces controvertido Igor Stravinsky, a los escritores Thomas
Mann y Bertolt Brecht. Impresionaron mucho a los Hubble los
grandes humoristas Harpo Marx y Charles Chaplin, acompañado
este último por su mítica esposa Paulette Goddard, con quienes
mantuvieron una amistad más duradera.
El escritor británico Bertrand Russell (1872-1970) fue también
invitado en la casa de los Hubble, aunque había sido tachado de
hombre «muy malo» por James Jeans. Grace anotó los tres con-
sejos de Russell para conseguir la felicidad: 1) trabajo creativo, o
alguna contribución efectiva; 2) libertad de movimientos, lo que
implica seguridad económica e independencia y 3) una vida in-
tensa, en términos de igualdad, en cualquier sitio y con cualquiera.
Walt Disney les enseñó personalmente sus talleres, en los que
trabajaban 1200 artistas de dibujos animados, quienes llevaban
56 HUBBLE, EL HOMBRE