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emigrar al extranjero o abandonar toda responsabilidad, y ambas
opciones eran para él equivalentes a una deserción. La oposición
activa significaba una oposición directa, con resistencia armada
incluida, algo que Heisenberg pensaba que estaba condenado al
fracaso. Su opción fue adquirir cierto nivel de influencia: «Es im-
portante dejar claro que este era de hecho el único camino para
cambiar realmente algo». Su vida se convirtió en una confronta-
ción diaria con contradicciones éticas y compromisos con el régi-
men para «cambiar realmente algo». Uno de los aspectos más
controvertidos de Heisenberg es esa actitud ambigua, que para
muchos de sus colegas y amigos en el extranjero no se distinguía
de una abierta colaboración con los nazis.
EN DEFENSA DE LA FÍSICA TEÓRICA
En la década de 1920, Lenard y Stark iniciaron una campaña con-
tra el judaísmo en la ciencia, centrada en Einstein y en la teoría de
la relatividad. Recordemos que para los sectores alemanes más
derechistas, el armisticio de 1918 fue debido a una traición de la
clase política, y en particular de los judíos. Einstein no solo era
judío, sino también un pacifista que se había negado a firmar el
manifiesto de 1914 y además se había opuesto públicamente al
nazismo. Cuando en 1933 el antisemitismo se convirtió en oficial
y legal, científicos como Lenard y Stark quisieron imponer en Ale-
mania la «Deutsche Physik» (física alemana), libre de cualquier
influencia judía. La mayoría de físicos no les siguieron, porque
pensaban que las discusiones en física se deciden mediante argu-
mentos científicos, pero pocos se atrevieron a enfrentarse a ellos
públicamente.
Lenard publicó un libro titulado precisamente Deutsche
Physik. Aunque se trataba de un libro de física general, el largo
prefacio estaba dedicado a establecer la diferencia entre la «física
alemana» y la «física.judía». En él aparecen afirmaciones como las
siguientes: la ciencia verdadera es experimental y realista, causal
e intuitiva, inductiva, busca la naturaleza y la realidad, y es de
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