Page 17 - 02 Newton
P. 17

En el año 1652, durante la hegemonía de Oliver Cromwell, se abrió
         el primer café de Londres.  El establecimiento tuvo éxito, pues
         ofrecía, en pleno período puritano, un tipo de local de reunión
         diferente  de  las  tabernas,  consideradas lugares  de  perdición.
         Pronto se abrieron muchos más, que acabaron ejerciendo como
         lugar de encuentro para gremios de toda laya y condición: políti-
         cos, eclesiásticos, literatos y poetas, hombres de negocios y, cómo
         no, también científicos. No es extraño, pues, que los miembros de
         la por entonces recién nacida Royal Society de Londres,  la más
         antigua de las instituciones científicas europeas todavía hoy en
         ejercicio, acabaran sus reuniones y encuentros discutiendo en un
         café.  De  hecho,  en el diario de Robert Hooke,  secretario de la
         Royal Society desde 1677 hasta su muerte, quedaron registradas
        visitas a más de sesenta cafés londinenses en la década de 1670.
         Es muy posible que a Newton no le hubiera agradado saber que
         una biografía suya pudiera comenzar mostrando a Hooke, uno de
         sus más encarnizados enemigos, en un café. Y, sin embargo, así es
         como empieza esta.
            Era enero de 1684, y Hooke compartía mesa con otros dos
         insignes tertulianos, Edmund Halley y Christopher Wren.  Discu-
         tían sobre uno de los problemas que han preocupado a la humani-
         dad desde tiempos inmemoriales: ¿cómo y por qué se mueven los
        planetas en el cielo? Los tres tenían en común un interés apasio-





                                           lPOR QUÉ SE  MUEVEN LOS PLANETAS?   17
   12   13   14   15   16   17   18   19   20   21   22