Page 122 - 15 Arquimedes
P. 122
LOS INGENIEROS ALEJANDRINOS
La historia de la ingeniería puede
remontarse al nacimiento mismo
de la humanidad, si por ingeniería
entendemos el uso de herramien-
tas para el bienestar humano. Sin
embargo, debemos encuadrar en
la época de Arquímedes la génesis
de la ingeniería científica, que con-
siste en aplicar las técnicas geo-
métricas al mundo natural y al de
la construcción de artificios. Filón
de Bizancio (280-220 a.C.) escribía
sus tratados en koiné, que era el
griego común del momento, para
así ll egar a los prácticos. En su
obra Belopoica realiza un estudio
de la catapulta teniendo en cuenta
el peso del proyectil y la energía
acumulada en el resorte. Un par de
siglos después, Herón de A lejan-
dría tomaría algunas ideas de Ar-
químedes, generalizando, por ejemplo, las leyes de la palanca, e incluso se
anticipó experimentalmente a la tercera ley de Newton, la ley de acción y
reacción. Lo hizo con una máquina de vapor conocida como «eolípila», que
consistía en una cavidad cerrada con dos orificios situados de tal manera
que al hacer salir vapor de agua de su interior giraba con rapidez. La máqui-
na de vapor de Herón no era más que una de las muchas máquinas autóma -
tas que tanto se pusieron de moda en la época. Por su parte, Arquímedes
contribuyó de manera decisiva a la hora de dar un cuerpo matemático a la
física necesaria para la construcción y el entendimiento de algunos de estos
ingenios.
Parece ser que el sabio de Siracusa no solo usó su genialidad
en el ejercicio de la guerra, sino que también la utilizó en otros
ámbitos, como, por ejemplo, en la construcción de un sistema
para elevar agua, el tomillo de Arquímedes, el cual se va a tratar
a continuación.
122 EL INGENIERO DE LA GUERRA