Page 30 - 15 Arquimedes
P. 30

Los comentarios más tempranos sobre la obra de Arquímedes
                    se deben a Herón (10-70), Papo (290-350) y Teón (335-405), todos
                    ellos matemáticos alejandrinos. Sin embargo, la primera recopila-
                    ción importante de los trabajos de Arquímedes no llegó hasta el
                    siglo VI de nuestra era y recae en la figura del ya citado matemático
                    griego Eutocio, siendo de gran importancia sus comentarios a las
                    obras Sobre la esfera y  el cilindro, Sobre la medida del círculo y
                    Sobre el  equilibrio de  las figuras planas. En el mismo siglo, el
                    arquitecto bizantino Isidoro de Mileto fue el responsable de la pri-
                    mera edición de los tres libros comentados por Eutocio, a la que
                    se irían sumando otros trabajos hasta el siglo rx  a medida que se
                    iban redescubriendo. A partir de ahí, dos han sido las vías funda-
                    mentales por las que los trabajos de Arquímedes llegaron a Occi-
                    dente: Bizancio y el mundo árabe.
                        Por la vía árabe,  son verdaderamente destacables las  tra-
                    ducciones del griego de la mano de Thabit ibn Qurra (836-901).
                    Arquímedes fue  desconocido en el Occidente medieval, pero el
                    traductor flamenco Guillermo de Moerbeke (1215-1286) solucio-
                    naría este desaire publicando una traducción al latín en 1269. Esta
                    edición y otras posteriores posibilitó que las obras más significa-
                    tivas de Arquímedes estuviesen disponibles en el Renacimiento.
                    Por otra parte, la trágica muerte del astrónomo alemán Johann
                    Müller Regiornontano, en 14 76, impidió que este viese terminado
                    su proyecto de imprimir algunas obras de Arquímedes para darles
                    una difusión que no habría tenido parangón hasta el momento.
                    Pero hubo que esperar poco, pues en 1544 Hervagius imprimió en
                    Basilea la primera edición de todos los textos griegos conocidos
                    hasta el momento, editados por Thornas Gechauff Venatorius, en
                    griego y en latín.  Así,  los trabajos de Arquímedes tornarían un
                    papel fundamental  en los  siglos  XV-XVI,  lo  cual  significó  -sin
                    duda- uno de los pilares en los que descansaría la primera revo-
                    lución científica y elevó a Arquímedes a la posición de padre de la
                    física matemática, puesto que sigue manteniendo, según la opi-
                    nión de muchos historiadores de la ciencia.
                        Las primeras traducciones a lenguas modernas se basan en
                    la edición de Basilea: edición alemana de Sturm (1670),  la edi-
                    ción bilingüe grecolatina de Torelli (1792), la edición alemana de





         30         UN SABIO EN  LA ANTIGÜEDAD
   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35