Page 6 - Mucho antes de ser mujer
P. 6
Capítulo 1
Con tan sólo veintiséis años casi nada recuerdo de mis prime-
ros años de vida. Mi corta infancia transcurrió a caballo entre ho-
gares de acogida y cortos periodos con mi madre, una joven droga-
dicta incapaz de renunciar al artificial mundo de los estupefacientes
a cambio de ver crecer a su hija en un mundo de realidad y de
problemas, y los tíos de ésta. Pero mi más influyente y duro hogar
fue la calle; allí se forjó realmente mi educación y mi personalidad,
y fue ese mundo marginal e inclemente el que definió mi futuro
para siempre, a pesar de todo el cariño que me brindaron luego, en
los primeros años de mi adolescencia.
No había podido conocer a mi padre. El ambiente en el cual
había sido concebida era un mundo de promiscuidad, intercambio
de jeringuillas y sexo al borde del abismo a cambio de una dosis de
polvo adulterado o, incluso a veces, un simple bocadillo para man-
tener mínimamente un cuerpo enjuto y deteriorado por el aban-
dono y la miseria. Mi madre nunca tuvo adolescencia, con ape-
nas catorce años conoció a un hombre mucho mayor que ella que
manejaba grandes cantidades de dinero y se permitía lujos con los
cuales consiguió impresionar a una joven inmadura que, ya de por
sí, acostumbraba a soñar con fama y con riquezas. Conservaba de
ella algunos gratos recuerdos, muy pocos; pero siempre que tenía
ocasión recurría a mi memoria para sacar de aquellas evocaciones
alguna de las escasas cosas que me hacían sonreír. Aquel hombre
había sido nuestra ruina y quien arrojó a los brazos de la muerte
a mi progenitora, a la cual utilizó como a una esclava para llevar a
cabo sus delictivos negocios, introduciéndola de lleno en el infierno
de la droga y la prostitución.
— 5—