Page 10 - Mucho antes de ser mujer

Mucho antes de ser mujer

está totalmente desamparada y vete a saber si no terminará abando-
nada en la calle; yo llamaré a la policía para que recojan a la niña.
En aquel momento quise despertar a mi madre y echar a co-
rrer, pero la pareja más joven permaneció en el portal, pendiente de
nosotras, mientras llamaban. Entonces me di cuenta de que, una
vez más, volverían a apartarme de mi madre.
Al cabo de un buen rato llegaron dos hombres uniformados,
nos miraron al entrar y se dirigieron directamente hacia el matri-
monio que aún permanecía junto a la puerta del ascensor obser-
vándonos, en ningún momento hablaron conmigo ni se acercaron,
quizás no querían asustarme más de lo que ya lo estaba, o quizás
no querían despertar a mi mamá temiendo una inesperada reacción
de su parte. Al cabo de un rato de estar conversando con la pareja
los dos policías se acercaron a nosotras y comenzaron a hacerme
preguntas.
—Hola niña, ¿es esa tu mamá? —me preguntó el mayor de los
dos uniformados.
—Sí —respondí tímidamente.
—¿Y cómo es que estáis durmiendo aquí, no tenéis casa?
—No señor, vivíamos con unos tíos pero se enfadaron con mi
madre y hemos tenido que marcharnos. Nos hemos ido esta tarde,
mi mamá y mis tíos discutieron cuando estábamos comiendo y
entonces nos echaron.
—¿Por qué discutieron, lo sabes?
No sé, pero mi tío estaba muy enfadado porque mi mami no
había dormido en casa y venía muy mareada.
—¿Y tus tíos también te han echado a ti?
—Mi tía Carmen quería que me quedase allí con ellos pero
mi mamá no quiso dejarme. ¿Se la van a llevar otra vez a la cárcel?
—No, no te preocupes, de momento vendréis con nosotros y
podrás tomarte un vaso de leche caliente y dormir bien abrigada en
un cómodo colchón.
—¿Mi mamá también vendrá?

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