Page 66 - Mucho antes de ser mujer
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Mucho antes de ser mujer
minar mi relato ya que sonó el timbre que indicaba el comienzo
de la última hora de clase, así que quedamos para esa tarde en
mi casa.
A pesar de haber finalizado el curso y comenzar unas largas
vacaciones, no se me veía precisamente contenta al llegar a casa; el
incidente en el recreo me tenía muy preocupada. Tía Carmen notó
enseguida mi inquietud y quiso saber qué me había ocurrido. Yo no
quería preocuparla, por lo cual me inventé un supuesto atropello a
un pobre perro. Ella no dudó de mi versión y le restó importancia.
—Pobrecito animal, es muy peligroso dejarlos sueltos con tan-
to coche.
—Sí, se veía cuidado y llevaba collar, seguramente el dueño no
andaba lejos; me ha dado mucha pena.
—Bueno, no tienes que tomártelo a pecho, son cosas que ocu-
rren a menudo, seguro que ya lo han recogido y lo entierran en un
lugar tranquilo, no te preocupes.
—Estoy bien, sólo que me afectó haberlo visto todo.
Para no tener que seguir mintiendo y evitar la preocupación
de Tía Carmen decidí cambiar de tema.
—¿Qué has hecho de comer hoy?
—Hoy no he hecho de comer, no he tenido tiempo; he estado
toda la mañana fuera y al venir he comprado una pizza, sé que te
gusta mucho y a mí me da menos trabajo.
—Sí, has tenido una buena idea. —Ambas nos reímos jun-
tas—, pero… ¿y Tío Enrique?, a él no le hace mucha gracia la
comida rápida.
—Tu tío no vendrá a comer hoy, me ha llamado para decirme
que han tenido que salir de la ciudad para ver un trabajo, comere-
mos las dos solas.
Sobre las cinco de la tarde sonó mi teléfono móvil, era Sara.
—Hola, ¿estarás en casa? —me preguntó.
—Sí, no tengo pensado salir, puedes venir cuando lo desees.
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