Page 67 - Mucho antes de ser mujer
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José Manuel Bermúdez

                 —Bien, entonces salgo ahora para ahí, me has dejado intriga-
            da esta mañana.
                 —Te estaré esperando, quiero terminar de contártelo todo,
            pero, por favor, no vayas a decir nada a nadie.
                 —Puedes estar tranquila, confía en mí.
                 —Entonces nos vemos en un rato.
                 —Estaré ahí en media hora, hasta ahora.
                 —Hasta luego.
                 Sara fue puntual, en cuanto llegó subimos a mi habitación y
            continué contándole lo sucedido. Un par de veces tuve que detener
            mi explicación debido a la irrupción de mi tía en el cuarto, pues
            ella no sabía nada de mi relación con Miguel, y era mi deseo que
            no llegase a saberlo nunca.
                 Terminado mi relato la cara de Sara hablaba por sí misma,
            estaba realmente sorprendida por todo cuanto le había dicho, pero
            una vez recuperada de la sorpresa quiso saber más.
                 —¿Entonces aquellos días que faltaste a clase era porque
            estabas con él?
                 —Sí. Bueno, en realidad sólo falté un día, y llegué tarde algún
            otro, ya el resto fue por lo que ocurrió después.
                 —¿Pero cómo te liaste con él?, es bastante mayor que tú y hace
            tiempo que anda con Sonia.
                 —Ya, no sé qué me pasó, me pareció tan guapo y tan seguro
            de sí mismo... Al principio sólo sentía interés por conocerlo, pero
            después comencé a obsesionarme, sólo deseaba estar con él y no
            era capaz de razonar. No sé cómo explicar lo que sentía, nunca me
            había ocurrido algo así.
                 —Te enamoraste. Pero hay un montón de chicos como noso-
            tras, Miguel es un delincuente, siempre ha creado problemas.
                 —Yo no le conocía, acababa de llegar al instituto y no conocía
            a nadie, él me inspiraba confianza y me hacía sentirme segura.
                 —¿Y ahora qué?, ¿aún te gusta?
                 Las preguntas me descolocaron, no sabía qué responderle; en


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