Page 149 - Edición final para libro digital
P. 149

José Manuel Bermúdez Siaba


            Consta desde el siglo XV la presencia de personal en el convento. Concreta-
          mente, estaba este habitado por un guardián, veinte sacerdotes y cinco coristas
          y legos. Según los cronistas de la época, este convento tuvo un amplio cuadro
          de sabios y santos. Formaron parte de esta comunidad; fray Antonio de Acuña,
          quien dotó la biblioteca y fue responsable de la misma; fray Gaspar de Mondra-
          gón; fray Juan de Muros; fray Martín de Monreal y fray Arias de Fresco, este
          último sepultado en el propio convento bajo la lámpara del altar mayor.
            A pesar de la opinión de fray Anastasio López, quien dice: «El convento de
          El Rial de Muros es uno de los varios oratorios fundados en Galicia por fray
          Gonzalo Marino para la observancia, antes de 1407. Es, sin duda, el que
          en la gula del antipapa Benedicto XIII es llamado Santa María de Rale, en
          la diócesis de Santiago. Muchas veces hemos fijado nuestra atención en los
          restos de edificación románica, que se ve por doquier en el convento de San
          Francisco de Louro. Capiteles, columnas y arcadas nos indicaban que allí
          había existido un edificio, tal vez anterior al siglo XIII, y que quizás era una
          Iglesia -la capilla dedicada a Santa María-. Aprovechándose de ella Fray
          Gonzalo Marino fundaría en aquel paraje solitario el convento u oratorio
          de Santa María del Rial, que más tarde tomó el título de San Francisco». El
          historiador don  Ramón Artaza creía que el convento fue fundado por los veci-
          nos de Muros; basándose para ello en la tradición y en un documento municipal
          del 24 de febrero de 1820 en el que, contestando el ayuntamiento de Muros a
          un oficio dirigido por el ayuntamiento de Santiago relativo a la petición de una
          relación descriptiva de la Villa, con motivo de unos trabajos encaminados a ha-
          cer volver la Audiencia Nacional del Reino de Galicia a Santiago, al referirse al
          convento de los franciscanos dice: «A la distancia  de una muy corta media
          legua hay un convento  de religiosos...». También habla el mismo documento
          sobre la historia de Muros, a la cual divide en tres épocas y dice: «Alcanza la
          primera hasta Felipe II, en esa primera época el Eremitorio pasó a ser con-
          vento formal...».  Otro de los elementos que prueba, según don Ramón Artaza,
          de una manera real la participación de los muradanos en la construcción del
          convento, es una inscripción que aparece en uno de los lienzos del claustro y
          que dice: «Este paño de claustro hizo Bastián BaÇar y su mujer Margarita
          Pérez, cordero 1646.».















                                               148
   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154