Page 43 - Edición final para libro digital
P. 43
José Manuel Bermúdez Siaba
el nombre de «Torre da Vila de Muros», de dominio arzobispal compostelano;
hoy desaparecida.
Esta muralla cercaba la población partiendo desde lo que se conoce hoy como
Curro da Praza, lugar donde se encontraba la entrada principal a la fortaleza,
justo frente al Camino Nuevo. Comenzaba en dos elevadas torres y continuaba
un poco hacia derecha hasta la torre del reloj, luego subía orillando lo que hoy
conocemos como rúa das Laxes hasta la iglesia de Santa María, junto a la cual,
por su parte alta, se extendía hasta el río de la torre, así conocido porque una de
sus torres se levantaba en aquella esquina. Desde esa torre bajaba paralela al río
hasta llegar a la playa del Castillo y desde allí se prolongaba, a lo largo de lo que
hoy es la carretera que va a Fisterra, hasta llegar de nuevo a la Puerta de la Villa,
donde cerraba el contorno adosada a la segunda torre de la entrada.
La muralla contaba con diecisiete torres almenadas. Tenía una longitud to-
tal, aproximada, de dos kilómetros, un ancho variable de dos a tres metros y
una altura de entre seis y siete metros. Estaba totalmente construida en cantería,
formada por grandes bloques de piedra. Las dos torres que defendían la entrada
principal o Puerta de la Villa, estaban situadas en lo que es hoy el Curro da Praza
y una de las torres que se encontraban cerca de la playa del Castillo estaba ha-
bilitada como cárcel pública (en esa zona se cree que estaba ubicada una de las
tres puertas de la fortificación).
A la izquierda del imafronte de la Iglesia de Santa María (La Colegiata) se
encontraba otra entrada. Dicha entrada consistía en un gran portalón entre dos
adornadas pilastras de cantería.
Todo el frente de la Villa, a lo largo de la muralla que daba al mar, era playa,
llegando el agua, con la marea llena, hasta la torre del reloj y cubriendo lo que
es la actual plaza del Ayuntamiento hasta O Chalón y A Fonte Vella, así como la
zona que actualmente ocupa la avenida de la Marina «Porta da Vila» y el frente
principal del pueblo hasta la zona donde actualmente existe la Pescadería Vella.
Don Ramón Artaza consideraba que posiblemente no existiesen construccio-
nes habitadas fuera de las murallas cuando estas fueron construidas, exceptuan-
do la Iglesia de San Pedro, que se supone del siglo X. Ello indicaría que dicha
iglesia ya estaba construida mucho antes de que se erigiese la muralla original.
Pero, según fue aumentando la población la villa se fue extendiendo a lo largo
del litoral hacia el norte, quedando la urbe dividida en dos barrios bien dife-
renciados; lo que se conocía como barrio de «A Cerca», donde se encontraban
las edificaciones que quedaban dentro del recinto amurallado, y el barrio de «A
Xesta» o «Burgo», formado por aquellas que habían sido construidas posterior-
mente y quedaban por lo tanto fuera de la fortificación.
42