Page 31 - Un Libro de Porqueria
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16. LA CUMBIA
Balsamello, Scandroglio, Kiriluk, Baizarowietz venían juntos en el
tren de Quilmes.
El Polaco, que luego jugaría al futbol conmigo en Tandil, tenía una
virtud. Bailaba cumbia como ninguno, las agarraba, a las mujeres,
las daba vueltas, las hipnotizaba con sus movimientos de cadera.
Y todo este show se montaba durante unos 3 minutos en el sub-
suelo de la facultad, antes del ingreso del profesor.
El aula que era para 30, pero albergaba a más de 70 descerebrados
que coreaban, aplaudían y festejaban el desparpajo del Kiri bailando
y en el último instante, antes del ingreso del profesor, un silencio
sepulcral.
Como hacíamos para coordinar eso, no lo sé realmente.
Era increíble.
Cuando estábamos en la facultad, todos lo sabían. Por los cantos.
(NO ESTOY HABLANDO DE DINI)
Y aunque éramos un descontrol, nunca se rompió nada.
Una vez en el subsuelo también, yo hablaba sin parar y empezaron
a chistarme todos, hasta que levante el brazo al profesor para poder
hablar y le pedí que los calle, porque no se escuchaba nada.
Me querían matar, ahí empezaron a decirme “Porquería”.
Pero el que afianzo el sobrenombre fue el Pulga.
Como siempre le ganaba a todos los deportes que hacíamos. (Léase
Bolita, Figuritas, Ping-Pong, Denenti, etc.)
Y en vez de insultarme me decía pero que PORQUERÍA que
sos!!!