Page 36 - Un Libro de Porqueria
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Grugnala se pegaba a la tela en un contorneo sensual, se bañaba sin
    percatarse  de  lo  que  estaba  pasando,  hasta  que  Duick  con  su  voz
    ronca le dijo: Deje de hacer sombras chinescas Grugnala.
      Estallamos de la risa y detrás de la ducha, se asomó la cara de Ale-
    jandra Hongay sorprendida.

      Piensen  un  poco…  Grugnala  y  Hongay  estaban  de  guardia  para
    cuidar a las mujeres!!! Tenían un cagazo de aquellos.

       Poco tiempo después ya había desaparecido la damajuana de vino
    y el Sancho Rossini era el culpable, había conseguido frutillas sil-
    vestres recolectadas en el campo e hizo un clericó, que se lo tomo el
    solo.

      En una nueva incursión al lado femenino, cantando una canción de
    guerra,  cuyo  estribillo  era  “LUJURIA!!!!  LUJURIA!!!!”.  El Tigre
    Bustamante nos frena a todos y pregunta: che, ¿Qué es lujuria?

      Estallamos nuevamente.
      Y aunque algunas versiones lo dan al Sancho como autor de la fra-
    se, debo recordarles que el Sancho solo gritaba “ehhhh!!! Lobo!!! O
    eta a mamaaaa?”

      Para los ignotos, esta frase se refería a ¿dónde estaba la damajua-
    na? Que para Él, era su mamadera. (Se la tomó toda, el solo).

      El Sancho no podía ni caminar debido a su estado y repetía la frase
    una y otra vez, gritando cada vez más fuerte, no lo podíamos hacer
    callar.

      También, debo decirles que le salve los pies al Sancho, porque al
    dormirse, borracho como estaba, puso los pies en el fuego y se le
    prendieron las zapatillas y como no reaccionaba, le eché un balde de
    agua para apagárselas.
      La noche termino con la guitarra de Aguerre y algunas canciones
    de Palito Ortega.
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