Page 4 - MODULO 1 DE MEDICINA INTERNA_Neat
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ICAP ARGDEBRA
Las diferentes etapas del método clínico se superponen a las del método científico, aunque
lógicamente con las particularidades que le son inherentes al trabajo clínico. Estas son:
1. En ambos casos existe un problema: para el científico, hay una situación que no ha
podido ser resuelta por las vías ordinarias del pensamiento, es decir, por medio del sentido
común y entonces aplica un nivel superior del pensamiento humano llamado pensamiento
científico, el cual se ha desarrollado y entrenado a lo largo de los siglos. Para el médico, el
problema lo constituye el enfermo, con una determinada situación de salud que debe resolver.
En los dos casos, el problema tiene que ser bien formulado y precisado con claridad.
2. El científico tiene que buscar y analizar toda la información que exista sobre el
problema hasta ese momento. El médico hace lo mismo, solo que mediante el interrogatorio
y el examen físico del paciente. Para el científico, las búsquedas, y sobre todo el análisis, de
toda la información tienen una regla de juego inexcusable, y es que este paso debe darse sin
que influya sobre él, el juicio previo que tenga sobre esta. Para el médico, el interrogatorio y
el examen físico son ales y requieren, para no ser influido por algún juicio previo, una
experiencia grande y un entrenamiento que dura toda la vida. Quizás no sea exagerado decir
que será mejor médico quien mejor sepa interrogar. Se completa la entrevista con
un examen físico exhaustivo y minucioso, en particular del sistema que parezca estar
afectado.
3. Del análisis del problema y de la información que haya obtenido, el científico elabora
una hipótesis sobre su posible solución. Igualmente, una vez realizado el examen físico y
obtenido los datos necesarios, el médico formula una hipótesis, al que se le llama diagnóstico
presuntivo. Tanto el científico, que trata de hallarle solución a un problema, como el médico,
que necesita devolverle al paciente la salud perdida, elaboran sus hipótesis con una
fundamentación basada en los datos obtenidos. Sería absurdo que el científico planteara una
hipótesis que partiera de una corazonada o de una suposición, de la misma manera sería
ilógico que el médico planteara un diagnóstico presuntivo sin relación alguna con los datos
obtenidos durante el examen clínico. No obstante, nunca puede negarse o rechazarse lo
intuitivo, que no es tan espontáneo ni tan falto de fundamento como pudiera parecer.
4. Una vez concluida la investigación, es sometida a prueba por el científico mediante
diferentes técnicas, de manera que pueda comprobarse si logró el fin perseguido. El médico
hace lo mismo para corroborar su hipótesis diagnóstica y utilizará para ello la evolución del
paciente y la indicación de cuantos exámenes paraclínicos sean necesarios. Adelanto aquí el
orden: primero el análisis clínico de la semiología que ofrece el paciente y después los
exámenes complementarios, orden que equivocadamente algunos se empeñan en violar.
5. Una vez concluida la investigación, el científico debe informar sus resultados a quien
competa, cualesquiera que estos sean. El médico una vez alcanzado el diagnóstico de
certeza, indicará al paciente el tratamiento adecuado a sus resultados, de no ser así, se
reanalizará todo el problema y se formulará una nueva hipótesis diagnóstica.
El método clínico y el interrogatorio
Se sabe que por lo menos el 60 o 70 % de los diagnósticos se pueden hacer por medio del
interrogatorio. Una conversación con el enfermo sobre el motivo que lo lleva a la consulta,
espontánea y con libertad por parte del paciente y bien dirigida y orientada por el médico, es
insustituible y un arma de gran valor para llegar al diagnóstico. No hay máquina ni dispositivo
alguno capaz de sustituir esto; y en caso de que la hubiera ¿a qué costo sería? Pero sucede
que muchas veces el médico está apurado o no tiene tiempo, o peor aún, confía demasiado
en los análisis paraclínicos y los indica por adelantado, a veces sin orden ni concierto, se
olvida incluso de que estos exámenes no son mágicos, que tienen un límite de sensibilidad y
especificidad, y que están sujetos a errores.
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