Page 206 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma






                                                  CAPITULO I


                                                     Mi familia y yo


                  E

                             sta es la historia de una mujer que nunca pensó merecer todo lo bueno

                             que  la  vida  puede  ofrecerle,  sin  distinción  alguna  solo  hacía  falta

                             reencontrarse con ella misma y descubrir muy dentro de su alma la

                  hermosa mariposa que esperaba salir y volar hacia un destino lleno de nuevas

                  oportunidades.
                         La vida se inicia así para esta hermosa criatura llamada Alue. Son los años


                  80 y llega a este loco mundo aquella dulce bebé de profundos y grandes ojos color
                  miel,  piel  canela;  con  la  esperanza  de  encontrar  dos  ángeles  que  tendrán  la


                  enorme misión de cuidar de ella; sin embargo, los padres de esta dulce niña no la
                  deseaban en sus vidas.

                         Mientras crecía en un hogar lleno de conflictos y desamor se encontraba

                  no solo ella, sino dos hermanos mayores más cada uno de ellos se llevaba por una

                  diferencia de dos años; los tres sufrían la indiferencia y la carencia de amor por

                  parte de los seres que les dieron la vida. A menudo Alue se preguntaba que había

                  hecho mal para que nadie la quisiera, hablaba con su máximo creador con los

                  ojitos llenos de lágrimas y su corazoncito adolorido por la falta de cariño y le

                  decía: ¡Diosito de mi corazón! Aunque mis papis no me quieran yo sé que tú estás

                  conmigo  y  que  nunca  me  dejarás  solita,  aquella  vocecita  en  su  interior  le

                  confirmaba que no estaba sola y que podía contar con aquel ser misterioso que

                  la reconfortaba mientras se sentía triste.

                         Pasaban  los  años  y  Alue  cada  vez  estaba  más  grande  y  siempre

                  acompañada de la soledad y los infortunios propios de su ambiente. Su padre un

                  ser sucio y sin escrúpulos envuelto en un manto de maldad, empezaba a mirarla

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