Page 98 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma


                  trata siempre pesar de que de alegrarme el día haciendo chistes sobre el señor

                  que trae las frutas pues con su nombre se puede hacer una conjugación muy

                  graciosa,  pero  un  poco  grosera.  Suspiro,  quitándome  el  delantal  verde  y

                  poniéndolo sobre la mesa, la noche a caído, las luces de las farolas alumbran toda

                  la calle principal a pesar de estar medio vacía, me entra una desesperación al

                  saber que tengo que caminar directo a casa, me duelen muchísimo los pies y

                  tengo muchísima hambre.

                         -- Susan-  Me dice la señora Graham cuando empujo la puerta de la tienda,

                  yo me giro a ella con una sonrisa cansada.

                         -- įSi, se le ofrece algo más antes de irme?

                         - No, no, sólo que... Quiero que te sientes un segundo - Levanto una ceja,

                  ella  deja  su  bolso  en  el  suelo  y  camina  al  banquito  dificultosamente  por  sus

                  piernas  cortas  y  regordetas,  aclaro  mi  garganta  ligeramente  desconcertada

                  sentándome en mi lugar predilecto, me mira sonriendo ladina- ¿Qué te sucede,

                  pequeña? ¿Tú no eres así, eres una chica muy alegre, qué sucedió?  ¿Está todo

                  bien con tú familia?

                         - Sí, sí, está todo bien, sólo que... Tengo un problema, pero eso es todo -

                  Me encojo de hombros suspirando pesadamente, pero trato de mantener aquella

                  sonrisa convincente, ella no se la traga, totalmente, es más lista que yo.

                         - ¿Un problema? ¿Cómo cual problema? - Ella insiste, yo levanto una ceja.

                         Bueno ya sabe, un problema, me gustaría contarle, pero no es el momento

                  o... Mejor dicho, es algo privado y... - Sonrió incomoda por su expresión que ha

                  comenzado a formarse en su rostro, de sorpresa, admiración, preocupación, la

                  atmósfera se pone tensa-- Yo... Señora Graham, no quiero ser grosera, pero tengo

                  que irme, estoy muy cansada y...

                         - Sí, sí, lo entiendo, querida - Me dice separándose de mí, regalándome una

                  sonrisa cálida que me hace sentir realmente incomoda, es una de esas sonrisas

                  que te dicen "todo va estar bien" pero no sé qué es lo que todo va a estar bien.

                  Me levanto de mí
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