Page 93 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma


                         -  Gracias  –  Con  más  calma,  me  giro  para  abrir  la  puerta  con  la  llave

                  correcta, él se hace un lado cuando voy a entrar, pero no se va. Yo enciendo el

                  auto, bajo la ventana y de pronto alguien se detiene de la ventana.

                         - No sé qué pase, pero quiero que sepas que pronto se acabara esto, confía

                  en  mí  –  Sus  palabras  emanan  sinceridad,  me  transmite  más  que  calma  y  es

                  esperanza, esperanza que se quiebra al ver un rostro idéntico completamente

                  distinto. Yo muerdo mis labios.

                         -  La  verdad  es  que...  Ya  no  sé  en  quien  confiar  -Le  admito,  sonriendo

                  tristemente y me voy.


                                                 PARTE DIECISÉIS
                  N
                               uevamente está ahí, escogiendo un par de semillas para plantar. Me

                               sorprende que haya venido todos los días las dos últimas semanas,

                               todo se vuelve más extraño con Lucía rondando por ahí, comiendo

                  lo primero que encuentra y diciendo: “¡La comida del pasado es genial!" Lo veo

                  mientras acomodo unas latas de atún en un estante, la señora Graham no ha

                  dejado de insistir yo le gusto, por eso está ahí, esperanzado a que le hable, me

                  molesta escuchar eso porque, aunque le hago miles de preguntas a Lucía ella

                  responde que no es, que Shawn está en tal lado, haciendo tal cosa y que el chico

                  que se aparece idéntico a él sólo es una maldita muy mala coincidencia.

                         -Señora  Graham  -Le  digo  en  voz  baja,  mirando  al  tipo  mientras  sigue

                  mirando detenidamente las diferentes bolsitas de semillas. Es una persona rara,

                  a veces compra galletas, incluso comida para gato, hace unos días entró sin decir

                  nada, tomó unos lentes, los compró y se fue. Eso me ha comenzado a asustar.

                         - ¿Si? –Responde leyendo el periódico por encima de sus gafas redondas.

                         - ¿Usted conoce a él? -Le pregunto, recargándome con los brazos cruzados

                  sobre la caja. Ella levanta la mirada.

                         -Sí, es el hijo de Manuel, vive a unas cuadras de aquí. ¿Por qué?



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