Page 92 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma


                         Me levanto junto con ella, pero Lucía desaparece en una multitud de gente

                  que bebe y come algo en aquel gran jardín. Yo me quedo en la mitad del jardín,

                  sola, sin hablarle a nadie, pues no conozco a casi nadie en los pocos meses que

                  llevo aquí que no sea la señora Graham. Aclaro mi garganta, dando pequeños

                  pasos hacia atrás y me balanceo sobre el pasto con estos tacones tan delgados,

                  bajo la cabeza conforme paso por un lado de la gente que apenas llega por la

                  puerta trasera de la casa y cuando doy vuelta en la esquina me paro en seco. Ahí

                  está de nuevo.

                         Bajo la cabeza, tratando de pasar desapercibida, pero el vestido amarillo

                  que elegí esta tarde no está para nada discreto. Esta platicando con unos chicos

                  y al pasar por enfrente de él, puedo sentir su mirada, sigo caminando, no me

                  detiene, sigo caminando, busco las llaves de mi carro en mi bolsa, no me detiene,

                  siento el escozor en los ojos, demonios. Tal vez Lucía tenía razón, tal vez Shawn

                  ni siquiera se acuerde de mí y sea feliz con su esposa, con sus hijos, y yo siga aquí

                  llorando por un recuerdo, que es lo que es, maldita sea.

                         Me  estaba  volviendo  completamente  loca,  me  sentía  herida  y  sola,  lo

                  extrañaba  muchísimo  más  ahora  que  ese  tipo  cada  vez  que  se  aparecía  me

                  recordaba a él, esa maldita sonrisa, esos ojos, esa cicatriz en su mejilla, todo era

                  él. Las lágrimas no pueden evitar correrse por mis mejillas, tomo un gran suspiro

                  mientras trató de abrir la puerta de mi auto rápidamente para que nadie me vea,

                  pero no lo logro, en cambio, trato de abrir la puerta con llaves que no son. Me

                  desespero, comienzo a temblar tanto que comienzo a llorar recargada en el auto.

                         -  Hmmm  –  Escucho  detrás  de  mí,  me  giro  con  rapidez,  asustada  y

                  avergonzada. Es el  tipo idéntico a Shawn,  me  mira con ojos dulces y cálidos,

                  apenados también, pero no más que yo- Se te cayó esto cuando abriste tu bolsa.

                         Me  muestra un labial rosa, demasiado pequeño para sus manos,  yo ni

                  siquiera levanto la mirada. Lo tomo lentamente.





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