Page 4 - VARIAS INTERESANTES LECTURAS
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En sus largas caminatas por la Bahía de Portlligat, hablaban sobre traumas infantiles,
surrealismo y coprofilia. Es que el resto del grupo, en el que se encontraban René
Magritte y Georgette Berger y un furioso Luis Buñuel –que planeaba colaborar con el
artista en el guión de La edad de oro, pero lo encontró “transformado, no hablando más
que de Gala”–, había captado la fascinación de Dalí por la entonces Madame Eluard y le
había encargado que le preguntase si era coprófago para burlarse del cuadro que estaba
pintando, en el que se veía en primer plano a un hombre manchado de excrementos.
Salvador Dali and Gala 1959. Cuando la conoció el pintor le confesó que le recordaba a
una niña de su pasado y la bautizó “Galushka redivida”. Finalmente conmovida por su
sinceridad, Gala le anunciaría, como una promesa: “Niñito, tú y yo no nos separaremos
nunca”
Dalí se rindió entre risas ante su enamorada: “Aborrezco conscientemente ese tipo de