Page 107 - Donde termina el arco iris
P. 107

CECELIA AHERN                                                             Donde termina el Arco Iris
               más frecuentes.
                     Y yo estoy aquí sentada y pienso en ti. Te mando todo mi amor.



                     De: Alex
                     Para: Rosie
                     Asunto: ¡Feliz!
                     ¡Parecías feliz y muy inspirada! Acabo de regresar de un fi n de semana con
               Josh. Se ha convertido en un batallador nato, Rosie. Va de un lado para otro sin parar
               intentando agarrarlo todo. Casi no me atrevía  a  pestañear  por miedo a  que la
               habitación se viniera abajo. Pero está en plena forma y me siento feliz y rejuvenecido
               después del fin de semana. Verle siempre me levanta el ánimo, como si le diera a un
               interruptor   secreto   de   mi   cuerpo.   Podría   quedarme   mirándolo   para   siempre.
               Observar cómo aprende, cómo descubre cosas por sí mismo, cómo termina por hallar
               el modo de hacer algo sin ayuda de nadie. Josh corre riesgos; es más valiente que yo.
               Siempre va un paso más allá aunque sabe que no debería. Pero lo hace igualmente y
               aprende. Pienso que los adultos tenemos mucho que aprender de eso. Quizá no
               deberíamos ser tan miedosos y sensatos cuando se trata de alcanzar nuestras metas.
                     De modo que estoy siguiendo el consejo de Josh. Un eminente cirujano va a dar
               una   conferencia   esta   semana.   Son   varios   días   de   seminarios   sobre   un   nuevo
               procedimiento   para   intervenciones   coronarias   de   su   invención.   Voy   a   intentar
               conocerlo —junto con los otros mil aspirantes a cirujanos del corazón que asistirán—.
               Corre el rumor de que es irlandés y que ha venido aquí para seguir desarrollando sus
               investigaciones, o sea que necesitará ayuda. Cruza los dedos y reza para que ocurra
               un milagro.



                     De: Rosie
                     Para: Alex
                     Asunto: Reunión misteriosa
                     Tengo una reunión misteriosa con Bill, mi jefe, la semana que viene. No tengo ni
               idea del motivo, pero estoy muy nerviosa. Ayer llegó de Estados Unidos con un
               humor de perros y hoy ha tenido un montón de reuniones secretas durante todo el
               día. Varios personajes de  aspecto sospechoso,  vestidos con traje  negro, han ido
               llegando para hablar con él a cada hora. Tengo una sensación espantosa en la boca
               del estómago.
                     Para acabar de empeorar las cosas, resulta que su hermano Bob llega mañana
               por la mañana. Sólo los he visto juntos cuando tienen que contratar o despedir a
               alguien. En realidad me parece que eso es lo único que hace Bob. Bill lleva las riendas
               de los hoteles que tienen por todo el mundo y Bob gasta su parte de dinero en casas,
               coches, viajes y mujeres, según dicen. ¿Por qué será que la gente siempre pone a las
               mujeres en la misma categoría que los coches y los viajes, como si fuésemos premios
               de un concurso de la tele? Si yo fuese millonaria no oirías a nadie decir: «Caray, mira
               cómo se lo monta Rosie Dunne. Lo único que hace es gastar dinero en zapatos, ropa y
               hombres». No suena muy bien, ¿verdad?
                     Espero que no me despidan. No sabría qué hacer. Me parece que sería capaz de
               acostarme con Bill con tal de seguir trabajando aquí. Para que veas cuánto me gusta.
               O el miedo que me da tener que buscar trabajo en otro sitio. O lo desesperada que
               estoy por acostarme con un hombre que no sea Greg para variar. Le quiero, pero, por
               Dios, no tiene ni pizca de imaginación.
                     Más vale que vaya a fingir que estoy muy atareada para que no tengan ningún
               motivo para despedirme. Cruza los dedos por mí, que yo los cruzo por ti.





                                                                                                    - 107 -
   102   103   104   105   106   107   108   109   110   111   112