Page 114 - Donde termina el arco iris
P. 114
CECELIA AHERN Donde termina el Arco Iris
cóctel en una «reunión» de trabajo formando corro con las demás «corbatas»,
hablando en murmullos sobre gráficos, diagramas de quesitos e informes
económicos. Si la gente nos pregunta qué estamos haciendo, podré decir quitándole
importancia: «Oh, no se preocupe, sólo estamos enlazando... ».
Por lo visto tengo aptitudes organizativas y don de gentes. Cualquiera que me
haya visto hacer todas mis compras de Navidad a la carrera a última hora de la tarde
de Nochebuena sabe la verdad. Pero cada cual tiene su manera de ver las cosas.
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: ¡Enhorabuena!
¡Estoy muy orgulloso de ti! ¡Si estuviera ahí, te haría girar por los aires y te
daría un beso enorme! ¿Lo ves, Rosie? ¡Pueden ocurrirte cosas buenas, sólo necesitas
más confianza en ti misma, creer en ti y dejar de pensar lo peor todo el rato!
¿Dónde está el nuevo hotel? Cuéntamelo todo.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: Ascenso
Bueno, todavía no sé la dirección exacta del hotel, pero me huelo que estará en
la costa. ¿Puedes creer que finalmente vaya a trabajar en un hotel delante del mar?
Tardaré más en ir y venir del trabajo pero merece la pena salir de la ciudad unas
cuantas horas cada día. Me trasladaré dentro de pocos meses. El hotel en cuestión
estará junto a un campo de golf de dieciocho hoyos que están construyendo. Habrá
gimnasio, piscina y otras instalaciones deportivas y de ocio, no como aquí, que, al
estar en el centro de la ciudad, sólo dispone de habitaciones, un gimnasio minúsculo
y restaurantes.
No estoy al corriente de más detalles, ya que aún no me han dado toda la
información. ¡Sólo me preguntaron si estaba interesada en el puesto, y, por
descontado, no iba a rechazarlo!
Pero con esta experiencia he descubierto algo. He descubierto que estoy
preparada para aspirar a un trabajo mejor y, aunque no tengo ninguna estrategia,
todo indica que la trayectoria que llevo me acerca cada vez más a mi sueño. ¿Quién
iba a decir que aquellos sueños infantiles de dirigir un hotel no estaban fuera de mi
alcance después de todo? Es curioso porque en la infancia crees que puedes ser
cualquier cosa que quieras, ir a donde te venga en gana. No hay límites. Esperas lo
inesperado, crees en la magia.
Luego te haces mayor y la inocencia se hace añicos. Las realidades de la vida se
interponen en tu camino y caes en la cuenta de que no puedes ser todo lo que querías
ser, que quizá tengas que conformarte con un poquito menos.
¿Por qué dejamos de creer en nosotros mismos? ¿Por qué permitimos que los
hechos y las cifras acaben gobernando nuestra vida en lugar de los sueños?
Pero ahora mi mente ha vuelto a cambiar. No hay nada imposible, Alex.
Siempre lo he tenido a mi alcance. El problema es que no estiraba bastante el brazo,
eso es todo.
No hay nada imposible. No está mal como frase surgida de la pluma (¡o más
bien del teclado!) de una cínica. Gracias por tu fe en mí, Alex. ¡Me encantaría
corresponder a tu abrazo y tu beso ahora mismo! Pero quién sabe, después de todo,
quizás haya cosas que no están a nuestro alcance.
- 114 -