Page 119 - Donde termina el arco iris
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CECELIA AHERN                                                             Donde termina el Arco Iris








                                                    Capítulo 26



                     Querido Alex:
                     No sabes lo contenta que me puse cuando por fin conseguí dar carpetazo al
               horripilante día de ayer. «Sólo es un trabajo», dijo Greg. Bueno, pues si un trabajo es
               tan poco importante, ¿por qué se niega tan categóricamente a dejar el suyo? Pero es
               que no es sólo un trabajo. Me han propuesto un ascenso, y al hacerlo me han dado
               confianza y un poco de fe en mí misma. Fe para creer que mis esfuerzos se veían
               recompensados y que me consideraban competente y espabilada.
                     Pero esta vez ni siquiera tuve ocasión de fastidiarla yo misma. Esa decisión la
               tomaron por mí. Katie no está dispuesta a separarse de Toby y no acabo de odiar a
               Greg lo suficiente como para largarme sola a Cork hecha una furia. Aunque me falta
               el canto de un duro. ¡Dios, ese hombre hace que me hierva la sangre! Para él todo es
               siempre blanco o negro.
                     Según su opinión, él aquí tiene un trabajo fantástico con un buen sueldo y yo
               tengo un buen trabajo con un sueldo correcto. ¿Por qué diablos iba a querer mudarse
               a una ciudad donde su mujer tendrá un trabajo de fábula y ganará un montón de
               dinero? Ay, claro, se me olvidaba, en Cork no hay ni un banco, de modo que es
               imposible que encuentre trabajo o le trasladen. Allí todo el mundo guarda el dinero
               en cajas de zapatos debajo de la cama.
                     Además, todo (bueno, muchas cosas, como las casas para empezar) es más
               barato allí que aquí. Katie podría comenzar el primer curso de la secundaria en un
               colegio tan bueno como cualquiera, o sea que tampoco tendría que cambiar de centro
               en pleno curso. Todo saldría redondo.
                     Por otra parte, debo reconocer que su amistad con Toby probablemente es lo
               más importante para ella. Toby es uno de sus principales apoyos, la hace feliz y le
               conserva la inocencia en la mirada. Los niños necesitan amigos íntimos que los
               ayuden a crecer, a descubrir cosas sobre sí mismos y sobre la vida. También necesitan
               amigos íntimos para conservar la cordura y, tras la intentona de huida que ha
               protagonizado Katie, ahora comprendo que sin Toby, al menos en esta etapa de la
               vida, se volvería loca de remate.
                     ¿Te das cuenta de que realmente habían reservado billetes por internet con la
               tarjeta de crédito de Greg para ir a verte? ¡Estaban en la cola de facturación cuando
               los agentes de policía los encontraron en el aeropuerto! Como si los viera: una
               chiquilla de pelo negro y piel vainilla sin más equipaje que una mochila con forma de
               oso a la espalda. A su lado un chiquillo de pelo rubio rizado a cargo de los billetes y
               los pasaportes. Una pareja de luna de miel en miniatura. Algún día lo recordaré y me
               echaré a reír. Cuando me haya recobrado del susto, el horror, la amargura y el
               resentimiento. Probablemente en mi próxima vida.
                     O sea que no puedo aceptar el trabajo de mis sueños porque mi familia no está
               dispuesta a mudarse conmigo. Claro, es que no hago lo imposible por ellos. Ni me
               organizo la vida como si ellos fueran el centro del mundo. Ni llego a casa cansada de
               trabajar y les pongo la cena en la mesa, ni desempeño a las mil maravillas las tareas
               conyugales como si no hubiera un millón de cosas que preferiría hacer. Ni defi endo
               sin tregua a mi hija en el colegio discutiendo con los maestros cada dos por tres para






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