Page 121 - Donde termina el arco iris
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CECELIA AHERN Donde termina el Arco Iris
rescate a buscarnos. Pobre mamá. Me alegra que no nos mudemos, pero lo siento por
ella. Estaba la mar de entusiasmada con el nuevo trabajo y ahora está otra vez
atrapada en ese mostrador donde lleva años trabajando. Me siento un poco culpable.
Ya sé que me habría obligado a irme si Greg hubiese dicho que sí, pero aun así lo
lamento por ella. Vaga por la casa con la cara muy triste y no para de suspirar como
si estuviera muerta de aburrimiento y no supiera qué hacer a continuación. Igual que
nosotros los domingos. Se levanta de un sofá, entra a otra habitación y vuelve a
sentarse. Luego se levanta otra vez y cambia de habitación, y se pasa siglos mirando
por la ventana, suspira unos tres millones de veces, cambia de habitación, sale, entra,
sale... Sólo de mirarla me mareo. A veces, ya que no tengo permiso para salir al
mundo exterior y no tengo nada mejor que hacer, la sigo de un lado a otro.
Ayer me puse a seguirla y empezó a caminar más deprisa cada vez y al fi nal
terminé persiguiéndola por toda la casa y fue muy divertido. Abrió la puerta
principal y salió corriendo en bata, burlándose de mí porque no podía salir (por el
castigo y tal). Pero me dio igual y salí y nos echamos una carrera alrededor de la
manzana sin estar vestidas ni nada, ¡yo con mi pijama azul con corazones rosa y ella
con su bata amarilla! La gente nos miraba, pero era muy divertido. Corrimos hasta la
esquina donde está la tienda de Birdie y mamá me regaló un helado de fresa que fue
lo mejor del día. Birdie no pareció muy impresionado al vernos, pero le señaló las
piernas de mamá al viejo señor Fanning, que había ido a comprar el periódico. Por
poco le da un ataque al corazón. Así que al menos salí un ratito a la calle.
En cuanto volvimos a entrar continuó vagando por la casa como si estuviera en
un museo o algo así. Greg dijo que tenía el culo inquieto. Mamá replicó que le
encantaría meterle un palo por el suyo. Greg no volvió a abrir la boca en todo el día.
Toby, si hubiésemos llegado hasta el principio de la cola en el aeropuerto, ¿crees
que habríamos subido al avión? No estoy segura de si habría sido capaz de
abandonar a mamá, aunque me parece que ahora no me creerá si se lo digo.
Seguramente pensará que sólo lo hago para dejar de estar castigada, aunque tampoco
es mala idea. ¡Bueno, te dejo!
¡Contéstame antes de que me muera de aburrimiento!
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: ¡Obligaciones familiares!
Tú y tus obligaciones familiares. No quiero que seas la única persona que
cumple las reglas, y ya está. Las conferencias van de fábula. ¿A que no sabes quién es
el médico? Tu hombre predilecto: Reginald Williams.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: ¡Reginald Williams!
Pásame un cubo que vomito. ¿Te refieres al padre de Bethany la Putilla? ¡¡¿¿Han
regresado desde el maligno pasado para martirizarnos??!!
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: Re: ¡Reginald Williams!
¡Cálmate, Rosie, respira hondo! No es tan mal tipo. Y es muy inteligente.
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