Page 123 - Donde termina el arco iris
P. 123

CECELIA AHERN                                                             Donde termina el Arco Iris








                                                    Capítulo 27



                     Tiene un mensaje instantáneo de: RUBY
               RUBY: Oye, ¿sigues ahí?
               ROSIE: Oh, tus palabras de apoyo son como una bocanada de aire fresco. Sí, sigo aquí.
               RUBY: ¿Y encontraste a tu hija?
               ROSIE: Sí, la hemos adiestrado para que acuda a la carrera cuando oiga tres silbidos y
                       una palmada.
               RUBY: Impresionante...
               ROSIE: Todo este asunto me ha llevado a recordar que Alex y yo nos fugamos unas
                       cuantas veces cuando éramos niños. La primera vez nos fugamos porque los
                       padres de Alex no le dejaron ir el fin de semana a un parque temático para ver
                       al   Capitán   Tornado.   Ahora   comprendo   el   punto   de   vista  de   sus   padres,
                       porque, bueno, el parque en cuestión estaba en Australia..., en unos dibujos
                       animados. En fin, no debíamos de tener más de cinco o seis años. Cogimos las
                       mochilas   del  colegio  y   salimos   corriendo.   Salimos   corriendo  literalmente.
                       Creíamos que era lo que teníamos que hacer, correr calle abajo, una gran
                       estrategia para pasar desapercibidos, por supuesto.
                       Estuvimos el día entero deambulando por calles que no conocíamos, mirando
                       las casas y preguntándonos si las monedas que habíamos ahorrado aquella
                       semana nos alcanzarían para comprarnos una casa. Hasta mirábamos casas
                       que no estaban en venta. Todavía no habíamos acabado de captar el concepto.
                       En cuanto se hizo de noche comenzamos a aburrirnos de nuestra libertad y
                       también a tener un poco de miedo. Al final decidimos volver a casa para ver si
                       nuestra protesta había alterado la situación con respecto al Capitán Tornado.
                       Nuestros padres no se habían dado ni cuenta de que habíamos huido. Los de
                       Alex pensaban que estábamos en mi casa y los míos en la suya.
                       No sé si Katie habría subido a ese avión de haber tenido ocasión. Me gusta
                       pensar que de mis enseñanzas como madre ha aprendido que huir no es
                       manera de resolver un problema. Puedes correr y correr tan rápido y lejos
                       como quieras, pero lo cierto es que por más que corras el problema seguirá
                       ahí. De hecho, hoy ha intentado decirme que me quería con todo el corazón y
                       que nunca podría abandonarme. Me ha parecido percibir sinceridad en sus
                       ojos y en su voz, pero en cuanto la he abrazado me ha preguntado si eso
                       significaba que ya no estaba castigada. Me temo que es una oportunista, igual
                       que su padre.
                       ¿Alguna vez te escapaste de casa cuando eras niña?
               RUBY: No. Pero mi ex marido se fugó de casa con una niña a la que le doblaba la edad,
                       si te sirve de consuelo.
               ROSIE: Caray... Pues no, no me consuela, pero gracias por contármelo de todos modos.
               RUBY: No hay de qué.
               ROSIE:  ¿Qué planes tienes para celebrar los cuarenta, Ruby? Tu cumpleaños está al
                       caer.
               RUBY: Voy a romper con Teddy.
               ROSIE: ¡No! ¡Es imposible! ¡Tú y Teddy sois una institución!






                                                                                                    - 123 -
   118   119   120   121   122   123   124   125   126   127   128