Page 41 - La teoría del todo
P. 41
La conjetura más razonable es que desaparecerá por completo en un tremendo
estallido final de emisión, equivalente a la explosión de millones de bombas H.
Un agujero negro con una masa de algunas veces la del Sol tendría una
temperatura de solo una diezmillonésima de grado por encima del cero absoluto. Esta
es mucho menor que la temperatura de la radiación de microondas que llena el
universo, unos 2,7 grados por encima del cero absoluto, de modo que tales agujeros
negros emitirían menos de lo que absorben, incluso si eso fuera muy poco. Si el
universo está destinado a expandirse para siempre, la temperatura de la radiación de
microondas decrecerá con el tiempo hasta ser menor que la de un agujero negro
semejante. Entonces el agujero absorberá menos de lo que emite y empezará a perder
66
masa. Pero, incluso entonces, su temperatura es tan baja que tardaría unos 10 años
en evaporarse por completo. Este es un tiempo mucho mayor que la edad del
10
universo, que es de solo unos 10 años.
Por otra parte, como he comentado en la última conferencia, podría haber
agujeros negros primordiales con una masa muchísimo más pequeña que fueron
creados por el colapso de irregularidades en las etapas muy tempranas del universo.
Tales agujeros negros tendrían una temperatura mucho más alta y estarían emitiendo
radiación a un ritmo mucho mayor. Un agujero negro primordial con una masa inicial
de 1000 millones de toneladas tendría un tiempo de vida aproximadamente igual a la
edad del universo. Agujeros negros primordiales con masas iniciales menores que
esta cifra ya se habrían evaporado por completo. Sin embargo, aquellos con masas
ligeramente mayores seguirían emitiendo radiación en forma de rayos X y rayos
gamma. Estos son similares a las ondas luminosas, pero con una longitud de onda
mucho más corta. Tales agujeros apenas merecen el apelativo de negros. En realidad
están incandescentes, y emiten energía a un ritmo de unos 10 000 megavatios.
Un agujero negro semejante podría impulsar diez grandes centrales eléctricas, tan
solo con que pudiésemos aprovechar su emisión. No obstante, esto sería bastante
difícil. El agujero negro tendría la masa de una montaña comprimida en el tamaño del
núcleo de un átomo. Si tuviéramos uno de estos agujeros negros en la superficie de la
Tierra, no habría forma de impedir que cayera atravesando el suelo hacia el centro de
la Tierra. Oscilaría de un lado a otro a través de la Tierra, hasta que finalmente se
asentaría en el centro. Por eso, el único lugar donde colocar un agujero negro
semejante, en el que se pudiera utilizar la energía que emitiera, sería en órbita
alrededor de la Tierra. Y la única forma de ponerlo en órbita en torno a la Tierra sería
atraerlo allí remolcando una gran masa por delante de él, algo parecido a poner una
zanahoria delante de un asno. No parece que esta sea una propuesta demasiado
práctica, al menos no en un futuro inmediato.
www.lectulandia.com - Página 41