Page 58 - La teoría del todo
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Esto podría sugerir que el denominado tiempo imaginario es realmente el tiempo
fundamental, y que lo que llamamos tiempo real es algo que creamos solo en nuestra
mente. En el tiempo real, el universo tiene un principio y un final en singularidades
que forman una frontera para el espacio-tiempo y en las que las leyes de la ciencia
dejan de ser válidas. Pero en el tiempo imaginario no hay singularidades ni fronteras.
De modo que quizá lo que llamamos tiempo imaginario es realmente un tiempo más
básico, y lo que llamamos tiempo real es solo una idea que inventamos para que nos
ayude a describir cómo pensamos que es el universo. Pero, según la aproximación
que he descrito en la primera conferencia, una teoría científica es tan solo un modelo
matemático que hacemos para describir nuestras observaciones. Solo existe en
nuestra mente. De modo que no tiene ningún significado preguntar: ¿cuál es real, el
tiempo «real» o el «imaginario»? Se trata simplemente de cuál es una descripción
más útil.
La propuesta de ausencia de frontera parece predecir que, en el tiempo real, el
universo debería comportarse como en los modelos inflacionarios. Un problema
particularmente interesante es el tamaño de las pequeñas desviaciones de la densidad
uniforme en el universo primitivo. Se piensa que estas han llevado primero a la
formación de las galaxias, luego de estrellas, y finalmente de seres como nosotros. El
principio de incertidumbre implica que el universo primitivo no puede haber sido
completamente uniforme. En su lugar, debió de haber algunas incertidumbres o
fluctuaciones en las posiciones y velocidades de las partículas. Utilizando la
condición de ausencia de frontera, se considera que el universo debió de empezar con
la mínima no uniformidad posible permitida por el principio de incertidumbre.
El universo habría sufrido entonces un período de expansión rápida, como en los
modelos inflacionarios. Durante ese período, las no uniformidades iniciales se
habrían amplificado hasta que pudieron haber sido suficientemente grandes para
explicar el origen de las galaxias. Así, todas las estructuras complicadas que vemos
en el universo podrían ser explicadas por la condición de ausencia de frontera para el
universo y el principio de incertidumbre de la mecánica cuántica.
La idea de que el espacio y el tiempo pueden formar una superficie cerrada sin
frontera también tiene profundas implicaciones para el papel de Dios en los asuntos
del universo. Con el éxito de las teorías científicas para describir sucesos, la mayoría
de la gente ha llegado a creer que Dios permite que el universo evolucione de acuerdo
con un conjunto de leyes. Él no parece intervenir en el universo para romperlas. Sin
embargo, las leyes no nos dicen a qué debería parecerse el universo cuando empezó.
Seguiría siendo voluntad de Dios dar cuerda al reloj y escoger cómo se puso en
marcha. Mientras el universo tuviera un principio que fuera una singularidad, se
podría suponer que fue creado por un agente exterior. Pero si el universo es en
realidad completamente autocontenido, si no tiene frontera o borde, no sería ni creado
ni destruido. Simplemente sería. ¿Qué lugar habría, entonces, para un Creador?
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