Page 423 - El cazador de sueños
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Freddy había contestado dando a Kurtz parcialmente la espalda, debido a que
acababa de explotar algo en el economato. Una mano de acero le cogió por el hombro
y le obligó a recuperar su posición anterior. Los ojos de Kurtz estaban muy abiertos, y
quemaban. Sus pestañas blancas hacían que parecieran ojos de fantasma.
—Mírame cuando te hablo —dijo Kurtz—. Cuando te diga algo, escúchame. —
Se llevó la otra mano a la culata de la pistola de nueve milímetros—. Si no, te
reviento las tripas aquí mismo. He tenido mala noche, o sea, hijo de perra, que no me
la empeores, ¿vale? ¿Captas de qué voy?
Johnson estaba dotado de gran coraje físico, pero notó que algo se le retorcía en el
estómago, como si quisiera escapar.
—Sí, jefe. Perdone.
—Perdonado. Hay que hacer como Dios: perdonar. No sé cuántas monedas de
plata le habrán dado a Owen, pero te digo una cosa: le vamos a coger, le vamos a
abrir bien el culo y le vamos a hacer una preciosidad de ojete nuevo. ¿Cuento
contigo?
—Sí. —Freddy se moría de ganas de encontrar a la persona que había
desbaratado el orden de su mundo, y machacarle—. ¿Usted de cuánto cree que es
responsable, jefe?
—De bastante para cepillármelo —dijo Kurtz con serenidad—. Mira, Freddy,
tengo la sensación de que esta vez me hundo…
—No, jefe.
—… pero no pienso hundirme solo.
Kurtz mantuvo el brazo en la espalda de su nuevo lugarteniente y empezó a
llevarle de regreso a la caravana. Los generadores incendiados se habían convertido
en tocones de fuego casi consumidos. El culpable era Underhill, uno de los chicos de
Kurtz. A Freddy seguía costándole aceptarlo, pero empezaba a caldearse. ¿Cuántas
monedas de plata, Owen? ¿Cuántas te han dado, traidor?
Kurtz se quedó con el pie en la escalerilla.
—Freddy, ¿a quién quieres poner a las órdenes de una misión de búsqueda y
destrucción?
—A Gallagher, jefe.
—¿Kate?
—Exacto.
—¿Es caníbal, Freddy? Porque tenemos que poner al mando a un caníbal.
—Se los come crudos con patatas, jefe.
—Bien —dijo Kurtz—. Porque esto va a ser sucio. Necesito dos casos de Ripley.
Al resto… como animales, Freddy. Ahora Imperial Valley es una misión de búsqueda
y destrucción. Gallagher y el resto cazarán al máximo que puedan, tanto soldados
como civiles. Desde ahora hasta mañana a mediodía, será hora de comer; después,
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