Page 37 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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demasiados vendedores te volverá loco. No escuches a nadie, cierra
                   los ojos y escucha tu voz interior. En eso consiste meditar: es
                   escuchar tu voz interior. Ésa es la primera cosa.
                          Luego viene la segunda. Si has conseguido hacer la primera,
                   sólo entonces podrás lograr la segunda: nunca uses una máscara.
                   Si estás furioso, está furioso. Es peligroso, pero no sonrías, porque
                   sería falsedad. El caso es que se te ha enseñado a que cuando estés
                   furioso sonrías; entonces tu sonrisa se vuelve falsa, una máscara…
                   sólo un movimiento de los labios, nada más. El corazón se llena de
                   ira, está emponzoñado, y los labios sonríen; entonces te conviertes
                   en un falso fenómeno.
                          Después sucede también algo más: que cuando quieres
                   sonreír no puedes. Todo tu mecanismo está patas arriba porque
                   cuando querías estar furioso no lo estabas, cuando querías odiar no
                   odiaste. Ahora quieres amar; de repente te das cuenta de que el
                   mecanismo no funciona. Ahora quieres sonreír; tienes que forzarlo.
                   Realmente tu corazón está sonriente y quieres reír a carcajadas,
                   pero no puedes hacerlo, algo está obstruido ahí, algo está obstruido
                   en la garganta. La sonrisa no sale, o incluso si sale es una sonrisa
                   muy pálida y apagada. No te hace feliz. No surge a borbotones. No
                   irradia a tu alrededor.
                          Cuando quieras estar furioso, ponte furioso. No hay nada
                   malo en ello. Si quieres reír, ríe. Reír a carcajadas no tiene nada de
                   malo. Poco a poco verás que todo el organismo está funcionando.
                   Cuando realmente funciona, hay un ronroneo a su alrededor. Es
                   igual que un auto: cuando todo está funcionando bien, hay un
                   zumbido. El conductor que ama su auto sabe que ahora todo está
                   funcionando bien, hay una unidad orgánica; el mecanismo está
                   funcionando bien. Lo puedes ver: siempre que el mecanismo de una
                   persona está funcionando bien, puedes oír el zumbido a su
                   alrededor. Camina, y hay algo de baile en su caminar. Habla, pero
                   sus palabras transmiten una sutil poesía. Si te mira, te está mirando
                   de verdad; no con tibieza sino con verdadera calidez. Cuando te
                   toca, te toca realmente; sientes su energía pasar a tu cuerpo, una
                   corriente de vida que se transmite… porque su mecanismo está
                   funcionando bien.
                          No uses máscaras, de lo contrario crearás disfunciones en tu
                   mecanismo: bloqueos. Hay muchos bloqueos en tu cuerpo. A una
                   persona que ha estado reprimiendo la ira se le queda bloqueada la
                   mandíbula. Toda la ira llega hasta la mandíbula y entonces se para
                   ahí. sus manos se ponen feas. No tienen el movimiento grácil de un
                   bailarín, no, porque la ira se mete en los dedos; los bloquea.
                   Recuerda, la ira cuenta con dos fuentes para descargarse. Una son
                   los dientes; otra, los dedos: porque todos los animales, cuando
                   están furiosos, te morderán con los dientes o empezarán a arañarte
                   con las manos. Por eso las unas y los dientes son los dos puntos
                   desde donde la ira se descarga.
                          Tengo la sospecha de que siempre que la ira se reprime
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