Page 35 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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enfermedades nunca llegarán al cuerpo físico. A causa de esta
                   investigación será posible eventualmente que nadie tenga que
                   enfermarse; no habrá necesidad de ir al hospital. Antes de que la
                   enfermedad llegue realmente al cuerpo, podrá ser tratada, pero
                   tiene que ser detectada por un artilugio mecánico. Tú no puedes
                   detectarla, y estás viviendo dentro de tu cuerpo. Pero no hay
                   contacto.
                          Te habrán contado muchos relatos sobre cómo los sannyasins
                   hindúes, los rishis, los monjes budistas anuncian su muerte antes
                   de que ésta ocurra, te quedarás sorprendido al saber que semejante
                   afirmación siempre se hace seis meses antes de que el hecho
                   suceda; no excede ese plazo, siempre sucede seis meses antes.
                   Muchos santos han declarado que iban a morir, pero sólo seis
                   meses antes. No es casualidad, esos seis meses tienen su razón de
                   ser. Antes de que muera el cuerpo físico, empieza a morir la
                   bioenergía, y una persona que está en íntimo contacto con ella sabe
                   que la energía está disminuyendo. La vida significa ampliación; la
                   muerte, disminución; anuncia que morirá en el curso de seis meses.
                   Se dice que incluso los monjes zen han llegado a escoger su forma
                   de morir: porque lo saben.
                          Es una ocasión, un monje zen que estaba a punto de morir les
                   pidió a sus discípulos: “Sugeridme cómo morir, en qué postura”. El
                   hombre era algo excéntrico, un poco loco, un viejo lunático pero
                   maravilloso.
                          Sus discípulos comenzaron a reírse; pensaron que debía estar
                   bromeando porque siempre lo estaba. Entonces alguien sugirió: “¿
                   Qué te parece morir de pie en la esquina del tempo?”.
                          El maestro respondió: “Me han contado que hace tiempo un
                   monje murió de pie, así que esta forma no vale. Sugerid algo
                   original”.
                          Otro discípulo propuso:
                          -“Puedes morir mientras paseas por el jardín”.
                          El maestro le contestó:
                          -“Creo que alguien en China murió mientras paseaba”.
                          Acto seguido alguien sugirió una idea realmente única: “Ponte
                   en postura shirshasana, cabeza abajo, y muere así”. Nadie se ha
                   muerto nunca apoyando la cabeza en el suelo, es muy difícil morir
                   así. Hasta dormir cabeza abajo es imposible; morir de ese modo
                   debe ser muy difícil. Dormir así es imposible y la muerte es un gran
                   sueño. Es irrealizable; hasta el norma dormir no puede llevarse a
                   cabo.
                          El maestro aceptó la idea. Le cayó en gracia. Afirmó: “Me
                   parece bien”.
                          Pensaron que estaba bromeando de nuevo, pero se puso en la
                   postura shirshasana. Los discípulos se asustaron: ¿Qué está
                   haciendo? ¿Vamos a dejarlo? Pensaron que estaba casi muerto. Era
                   extraño; una persona muerta de cabeza. Se asustaron. Entonces
                   alguien sugirió: “Tiene una hermana monja en un monasterio
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