Page 64 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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edificio.  El  hombre  es un  edificio  de  tres  plantas:  la  primera
                   es animal, la segunda es humana, la tercera es divina. Así que
                   tienes que empezar por la primera, desde el principio; empieza por
                   poner los cimientos.

                                                        Impotencia


                          Pregunta:


                          “Cada vez que hago el amor con una mujer, surge en mí el
                   temor a la impotencia”.


                          La actitud Occidental se basa siempre en hacer suceder las
                   cosas, ¡en hacer algo! Pero hay ciertas cosas que no pueden
                   hacerse. ¡Ahí Occidente está muy equivocado!
                          Por ejemplo, el sueño, el sexo. existen cosas que tú no
                   puedes hacer, de ahí que Occidente sufra enormemente por la falta
                   de sueño, de insomnio y también de sexo. todo el mundo está
                   preocupado porque no lo está experimentando como debería. El
                   orgasmo no llega o es local o es tibio o no es total. Y el sueño no es
                   bueno: se sueña demasiado. Muchas veces uno se despierta, o tiene
                   que esperar horas hasta poder dormir. La gente intenta toda clase
                   de cosas para atraer el sueño: tranquilizantes, diversos trucos, los
                   mantras y la meditación trascendental.
                          Y en cuanto al sexo la gente también está muy preocupada.
                   En la misma preocupación y en el esfuerzo por hacer algo reside el
                   problema.
                          El sexo ocurre; no es una cosa que tienes que hacer tú. Por lo
                   tanto, tienes que aprender de la actitud Oriental hacia el sexo: la
                   postura tantra. Consiste en que seas amoroso hacia una persona.
                   No hay que programar nada, no hay necesidad de preparar la
                   mente. No hay que hacer nada en particular: sólo el ser amoroso y
                   asequible. Pónganse a jugar con la energía mutua. Cuando
                   empieces a hacer el amor, no hay necesidad de ponerle mucho
                   énfasis. De lo contrario, estarás fingiendo y lo mismo hará la otra
                   persona. Ella fingirá que es una gran amante y tú fingirás que
                   también lo eres… ¡ambos insatisfechos! No hace falta posar de
                   nada.
                          Es una oración muy silenciosa. Hacer el amor es meditar. Es
                   sagrado, es la bendición de bendiciones. Por eso, mientras estés
                   haciendo el amor con una mujer, ve despacio… con gusto,
                   saboreándolo poco a poco. Muy lentamente: no hay prisa, no hay
                   necesidad de correr; hay tiempo de sobra.
                          Mientras estés haciendo el amor, olvídate del orgasmo. Más
                   bien ten una postura relajada con la mujer, de confianza el uno en
                   el otro. La mente Occidental está pensando continuamente en
                   cuándo va a llegar el momento y en cómo hacerlo rápido,
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