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262 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

               Y luego viene el discernimiento, la Segunda Etapa. Ahora he tenido otra: unos pocos años aquí
               de sólo una especie de pequeños picos, vean, de nuevo como si mi ministerio no fuera todavía,
               y luego viene la Tercera.
                   154  Tres es un número de completación, vean, la tercera. El siguiente pico fue el cinco, el
               número de la gracia. Y el siguiente pico fue el siete, el número de la comp-… de la perfección,
               el final. “Seis días trabajarás. El séptimo es el sábado”, el fin de la semana, el fin del tiempo.
               ¿Ven?
                   (…)  [157]  Pero que sepa la iglesia de aquí y la iglesia venidera: si Dios empuja a un hombre a
               través de un tubo, y este no se mueve en absoluto hasta que Dios se lo dice, no hay fe conectada
               con eso. Es Dios empujándole a algo. Y se ha construido el ministerio hasta el punto en que
               no hay nadie que pueda decir una palabra en contra. Pero de ahora en adelante, permítanme
               primero hablarles en el Nombre del Señor, antes de que escuchen, porque debo salir por fe.
               Debo hacerlo por fe, ya sea que piense que esté correcto o incorrecto, o lo que sea. Hago mi
               mejor elección, y luego voy a hacerlo. Porque si no ha sido incorrecto, es porque he esperado
               a que Él me dijera que fuera a hacerlo. He esperado por Él. Así que no he sido yo; ha sido Él.
                   158  Pero, vean, hasta el gran San Pablo estuvo una vez en aprietos. Y muchas veces  Dios ha
               hecho cosas o ha dejado que Sus siervos lo hagan, que fueron errores, con el fin de probar estas
               cosas. Ahora, sabemos que los seres humanos pueden cometer errores, pero Dios no puede
               cometer errores. Pero ahora, si yo entro en el campo de la predicación, y voy de la manera
               que lo hago, entonces tengo que preparar las reuniones por adelantado y–y tener las cosas en
               orden. Y tal vez este es ese gran tiempo que viene que hemos estado buscando. Y seguramente
               si: “Esto en sí mismo es una cosa tremenda, que traerá a cumplimiento, y hará que se cumpla,
               la tremenda Victoria en el Amor Divino”, y eso es el verbo antes del adverbio, entonces es el
               Amor Divino, que es Dios. ¿Ven? Y entonces se necesita el amor de Dios para ponerse uno
               directamente en la línea del frente y pararse en la brecha a favor del pueblo.

               EL TERCER ÉXODO
               30 de junio de 1963 [63-0630M]
               Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
               Rev. William Marrion Branham
                   261  Dios siempre va en tres. Él es perfecto  en tres.  Todos ustedes han notado que mi
               predicación es siempre en tres y sietes. Ajá. El siete es el “completo”. Tres es Su “perfección”.
               La Primera, Segunda y Tercera Etapa. Y, ¡oh!, todo, todo. ¿Ven? Justificación, santificación,
               bautismo del Espíritu Santo. Padre, Hijo, Espíritu Santo… ¡Todo! ¿Ven?
                   (…)  298  ¡Este gran Ángel del Pacto! “Jesucristo, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó
               el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”. Ahora, Él es una Columna de Fuego, en la
               misma forma que Él estaba allá trayendo ese primer éxodo, trayendo el segundo éxodo, y aquí
               Él está con el tercer éxodo.
                   299  El primer éxodo, ¿qué hizo? Los sacó de una tierra natural a una tierra natural.
                   300  El segundo éxodo: Él los sacó de una condición espiritual a un bautismo espiritual del
               Espíritu Santo.
                   301  Ahora Él los está trayendo del bautismo espiritual del Espíritu Santo, de regreso a la
               Tierra Eterna del Milenio y del gran Más Allá. La misma Columna de Fuego, por el mismo
               sistema ungido, el mismo Dios haciendo las mismas cosas. Y la misma Palabra que declaró
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