Page 269 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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La Tercera eTapa 263
la primera, declaró la segunda. La misma Palabra ha declarado la segunda, ha declarado la
tercera, y aquí la vemos entre nosotros.
¿ES SU VIDA DIGNA DEL EVANGELIO?
30 de junio de 1963 [63-0630E]
Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Párr. 32 incluido en Citas, pág. 103, párr. 896]
[El hermano Branham lee la parábola de la gran cena. San Lucas 14:16-24]
32 Ahora, ¿notaron que hubo tres jalones, o tres turnos, de eso? Cuando ellos salieron,
primero, y llamaron a los que estaban, o a los invitados a venir, y ellos no vinieron. Así que
salió una campaña de sanidad, salió a buscar a los ciegos y a los cojos. Y todavía había lugar,
así que salió y obligó a los buenos, malos e indiferentes; ellos debían entrar.
LA ACUSACIÓN
7 de julio de 1963 [63-0707M]
Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Párr. 392 incluido en Citas, pág. 105, párr. 906]
392 Que surja un avivamiento de los justos, y que un gran poder venga entre la Iglesia justo
antes de Su partida. No es difícil orar por eso, porque Tú lo prometiste. Y estamos buscando,
Señor, esa Tercera Etapa que sabemos que hará grandes cosas para nosotros en nuestro medio.
¿POR QUÉ CLAMAS? ¡HABLA!
14 de julio de 1963 [63-0714M]
Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Párr. 231 incluido en Citas, pág. 105, párr. 911]
[Párr. 308 incluido en Citas, pág. 105, párr. 913]
224 Ahí estaba [Moisés], parado ahí, ¿ven?, y conocía que las Escrituras decían que esa
era la hora y el día cuando eso debiera suceder, y sabía que Dios lo había encontrado en la
Columna de Fuego. Y había bajado ante el pueblo y había obrado estos milagros. Y todo lo que
él había dicho, todo había acontecido, aun hasta traer cosas a existencia. Haciendo las cosas
que sólo Dios podía hacer, mostrando que su voz era la Voz de Dios.
225 Y aquí estaba la circunstancia frente a este pueblo que él estaba guiando, dirigiendo
hacia la tierra prometida, y luego ahí estaba, clamando: “¿Qué debo hacer?”.
(…) 230 Y Él dijo: “Tú sabes que tienes necesidad. Tú lo sabes si es que vas a llevar a
estos hijos a la tierra prometida. Así es, exactamente. Te tienen arrinconado aquí. No hay otra
cosa que puedas hacer. Así que hay una necesidad. ¿Por qué clamas a Mí? ¿Por qué me estás
mirando a Mí? ¿Por qué me estás llamando a Mí? ¿No lo he probado ante el pueblo? ¿No te
lo he probado a ti? ¿No lo he declarado Yo? ¿No es Escritural? ¿No prometí Yo llevar a este
pueblo hasta aquella tierra? ¿No te llamé Yo y te dije que lo haría? ¿No te llamé, y te dije que
te había enviado para hacerlo, y que no eras tú, que era Yo? Y que Yo iría y que estaría con tus
labios, y lo que dijeras, Yo lo vindicaría y lo probaría. ¿No lo he hecho?”.