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264 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia
231 “Entonces, cuando cualquier cosita se presenta, ¿por qué te portas como un bebé?
Debieras ser un hombre. ¡Háblale a este pueblo”, (amén), “luego avancen!” Amén. Ahí lo
tienen. “No clames. ¡Habla!” Amén. Oh, cómo me gusta eso. “¿Por qué estás clamando a
Mí? Háblale a este pueblo, y procedan hacia adelante hacia su objetivo. Lo que sea, si es
enfermedad, o lo que sea, si fuera levantar a los muertos o lo que fuera, ¡habla! Yo lo he
probado. Háblale al pueblo”.
232 ¡Qué lección! ¡Qué lección, oh, hermano, a esta altura de la jornada en dónde estamos
nosotros parados! Fíjense en dónde estamos nosotros ahora, sí señor, en la Tercera Etapa.
Noten, estamos aquí en la víspera de la Venida del Señor.
(…) 239 Habla al pueblo y sigamos adelante. ¡Amén! Tenemos un objetivo, y es la gloria.
Avancemos hacia Ella. Estamos camino a la tierra prometida. “Todas las cosas son posibles
para aquellos que creen”.
(…) 308 Dios, dame valor para tomar esa Espada de la Palabra que Él puso en mi mano hace
unos treinta y tres años, y sostenerla y marchar hacia la Tercera Etapa, es mi oración.
HUMÍLLESE
14 de julio de 1963 [63-0714E]
Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
18 Esto de lo que yo estaba hablando esta mañana que nos ha traído hasta a–a un momento
culminante, y esa es la razón por la que voy a tomar el próximo domingo para a–a un servicio
de sanidad. Porque, desde que he estado en casa, les he dicho acerca de las visiones y lo que
ha pasado, y todo, y lo he traído directamente, por qué he hecho todas estas cosas. Y luego esta
mañana, trayéndolo justo ahora a esa última etapa.
19 Ahora es mi tiempo de consagración a Dios; el tiempo de Dios para hablarme. ¿Ven? Yo–
yo–yo debo tener un pequeño cambio en mi propia vida. No es que yo piense que soy malvado,
pero yo–yo quiero sentirme un poco más cerca de la gente. ¿Ven?
20 La gente a la que he tratado de decir esta Verdad del Evangelio, y ellos le dan la espalda,
y se alejan y se ríen de ella. Ahora, para mí eso parece como un insulto. No me importa, a mí;
pero las cosas que he estado diciendo es la Verdad, tratando de ayudarles. Como echar una
barca, y decir: “¡Aquí, aquí está, cruza! Aquí, sal de esa corriente que se acrecienta, ¡vas a
morir! Tú, vas a perecer allí!”. Y simplemente se ríen de usted y se alejan. Bueno, para mí, se
siente como, si se alejan, no hay nada más que pueda hacer al respecto, ¿ven?, que pueda hacer.
21 Pero quiero correr por la orilla ahora y persuadirlos: “¡Vuelvan!”. ¿Ven? Yo tengo que
tener ese sentimiento, ¿ven?, porque yo sé que hay alguien allá afuera que no ha entrado
todavía. Y yo–yo voy a pescar hasta… Él dijo, hasta que el último pez sea capturado. Yo–yo
quiero hacer eso.
22 Ahora, y ahora, para hacer esto, estoy esperando que algo suceda en una reunión de
oración. Algo… Y muchos de ustedes recuerdan la visión de la última etapa, esa Tercera Etapa,
más bien. Recuerdan que hubo algo que sucedió justo antes de eso: Vi esa Luz venir y bajar a
ese lugar; y dije: “Me reuniré contigo allí”. Ahora estoy buscando que ocurra algo.
23 Hace unos años, los servicios y el discernimiento me debilitaban tanto que me tambaleaba.
Muchos de ustedes recuerdan eso. Me paraba en un lugar y tenía a Jack Moore en un brazo,
y al hermano Brown en el otro, y me acompañaban de un lado a otro de la calle, por una