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54   La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

               cuerpo con él rápidamente. Yo he esperado, he anhelado, he estado en la expectativa y he
               creído que alguien grande iba a venir algún día; o tal vez el gran profeta del cual hablo vendrá,
               del Eliseo. Siempre he creído y pensado que tal vez viviría para ver el día en que yo pudiera
               cambiar, cuando viera a esa persona levantarse en la escena, entonces podría tomar mi pequeña
               iglesia y decir: “Hermanos, este es el hombre que hemos buscado. Este hombre es él”. He
               esperado eso.
                   Y si realmente eso ha pasado, entonces estoy buscando decir, desde aquí arriba: “Hermanos,
               este es Él”, viniendo desde aquí, vean. Y yo quiero ver que la Iglesia se mantenga así.
                   (…)  Ahora, yo creo con todo mi corazón que el Señor me ha ayudado y me ha usado
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               para encabezar un gran avivamiento, uno de los más grandes que alguna vez haya conmovido
               al mundo desde los primeros días–a través del mundo. Nosotros sabemos eso. Eso es correcto.
               No había nada en aquel tiempo, y–y Él me encontró ahí en el río y me dijo que el Mensaje
               que yo tenía precursaría la Segunda Venida de Cristo. Y me supongo que no hay nadie aquí
               esta noche que estuvo ahí aquel día. Eso hace cerca de treinta y dos años, cuando aquella
               Luz apareció, y parado ahí, mirándola yo directamente, y centenares de personas paradas ahí
               viéndola, descendió y aquella Voz habló.
                   (…)  Ahora, lo que yo pienso de eso allá, si aquel Ángel que me dijo aquellas palabras,
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               dijo: “Así como Juan el Bautista fue enviado para precursar la Primera Venida de Cristo
               (¿ven?), tu Mensaje…”. Yo iba a llevar este Mensaje el cual precursaría la Segunda Venida de
               Cristo. Bien, si esto ha sido Eso, entonces estamos muy, muy cerca, hermanos, porque la hora
               y la Luz del Mensaje casi se ha apagado.
                   59  ¿Notaron ustedes cuando Pentecostés cayó y aquellos hermanos fueron llenos con el
               Espíritu Santo en Pentecostés? No pasó mucho tiempo hasta que el Mensaje había comenzado a
               opacarse y ellos comenzaron a establecer iglesias para defender el fuerte para Cristo, esperando
               que Él viniera. Bien, esa es la misma cosa que está aconteciendo hoy. Si la Escritura es verdad:
               “Yo restauraré (dice el Señor) todo lo que el saltón y la oruga se han comido”. Ahora, si ha sido
               eso, si ese es el Mensaje (y Dios me perdone, yo no lo sé), si eso es, entonces el tiempo está
               cerca, a la mano, realmente, porque el Mensaje ha terminado.
                   60  Y la otra noche yo estaba soñando que yo había ido a tener discernimiento donde una
               gran multitud de mis amigos se habían reunido –miles de ellos– en una reunión. Había un
               individuo que vino para llevarme… (por lo regular Billy viene y me recoge, porque él no habla
               conmigo). Y este hombre habló hasta por los codos. Y antes de que yo llegara ahí, toda la
               unción se había ido de mí, para esa reunión. Y entonces yo dije: “Bien, yo iré allá y le predicaré
               el Mensaje a aquella gente: ‘No se metan con esas denominaciones’, y etc., y: ‘Salgan, así’”.
               Y cuando llegué a la plataforma, eso se me había ido.
                   Yo no sé lo que eso significaba, pero yo continuaba. Yo no sé.
                   61  Podría ser el final de mi camino; podría ser la Venida del Señor; podría ser el cambio del
               día; podría ser la venida de aquel ser poderoso, si es que debe haber otro además de lo que ya
               ha venido; podría ser eso. Todas esas cosas de donde tenemos que escoger, podría ser (…).
                   62  Hay tres cosas que me podrían suceder. O es el final de mi camino y dejar que este otro
               venga… Yo he abierto el camino para que él tome el mando; porque recuerden, el que viene
               a predicar estará en la Palabra: “Restaurando la fe de los hijos hacia los padres”. Podría ser el
               final de mi camino. Podría ser que Él está cambiando mi ministerio hacia el evangelismo para
               ultramar. O podría ser que Él no me va a llamar más como evangelista, y Él me va a llevar a
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