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DPCC 2º Secundaria

Sabemos que cada grupo humano cuenta con códigos
de conducta establecidos por las autoridades, de modo
que se trata de garantizar la convivencia entre los
ciudadanos o habitantes de ese lugar, algunos cuentan
con su constitución o estatutos, mientras que otros,
generalmente algunos pueblos indígenas, se rigen por
lo que llaman 'usos y costumbres', en los cuales está
contenida la cultura de esos pueblos, su forma de ver y
percibir el mundo, de entender la realidad a partir de
las creencias heredadas de generación en generación:
creencias que siguen
dando vida a esas comunidades autóctonas.

Sin embargo, aunque estos pueblos tengan sus
Los usos y costumbres varían de una comunidad a otra. propias normas, éstas no pueden estar por encima de
las de la nación.

Por lo anterior, así como nosotros tenemos nuestras leyes, cada país cuenta con las suyas.

Entonces, si cada país, estado y pueblo puede tener sus propias leyes, ¿cómo es que las leyes de un pueblo y otro
no se contraponen?, ¿por qué las leyes de un país no están sobre las de otro?, ¿será que un pueblo o país más
poderoso puede someter a otro más débil?

Desde la antigüedad, y más recientemente durante el siglo XIX, la geopolítica del mundo era muy diferente a como la
conocemos actualmente; en la antigüedad podemos mencionar a los grandes imperios, tales como el fenicio, egipcio,
griego, romano y persa. En el siglo XIX, los imperios británicos, ruso, austro-húngaro, alemán o francés, tenían
como objetivo extender su hegemonía económica y militar, por lo que constantemente decidían invadir a otros
pueblos para apropiarse de las fuentes de materias primas y recursos naturales, además de vías de comercio que
les otorgaran, por un lado, más rutas comerciales y por otro, posibilidades de recaudar impuestos a otros países
que necesitaran hacer uso de esas rutas.

Esta mentalidad imperialista, sin embargo, trajo consigo una competencia interminable para ganar territorios,
hasta detonar en la Primera Guerra Mundial, cuya consecuencia fue la destrucción masiva de gran parte de Europa.
Esta guerra culminó con el Tratado de Versalles, en el cual se firmó un acuerdo de paz, pero que no cambió las
condiciones en que los países derrotados quedaron frente a los vencedores: deudas de guerra y pérdida de
territorios, que más tarde generarían las causas para iniciar la Segunda Guerra Mundial.

Fueron necesarias dos guerras mundiales, millones de
muertes y destrucción masiva de lugares, pueblos y
naciones, además de la fabricación de la bomba atómica,
para que por fin, los países se dieran cuenta de la
necesidad de respetar y cuidar la paz mundial, por lo que el
25 de abril de 1945, en San Francisco, California, Estados
Unidos de América, se fundó la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), institución que promovió la firma de
los tratados de paz entre las naciones, suscritos en París
por Finlandia, Hungría, Rumania, Italia y Bulgaria, además
de la desmilitarización de Japón.

Con la creación de la ONU, diversas organizaciones que ya
existían se unieron a ella con el único fin de velar por el La Carta Magna rige y protege a todos los
bienestar de la humanidad. Posteriormente, surgieron ciudadanos peruanos por igual.
otras más que se enfocaron, además, en el cuidado del
ambiente y de los animales.

De este modo se comenzó a tomar conciencia de la paz mundial, a mirar al otro como semejante: de hecho, fue en
la posguerra cuando surgió el movimiento del humanismo, como una necesidad de valorar al otro por su condición de
ser humano. Es en París, en 1948. cuando en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se presenta la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Al inicio del documento se lee "Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia
humana: considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del
hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la
libertad de palabra y de la libertad de creencias. Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos
por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la
tiranía y la opresión. Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las
naciones [...]

Compendio -191-