Page 302 - Libro Medicina 24/7
P. 302

EL MIEDO, TE FORTALECE O TE
                                                                                                                            DERRUMBA



                                                                                                        Alguna vez en las aulas de la facultad, durante el pregrado, segura-
                                                                                                      mente todos memorizamos el significado de PANDEMIA; fue tan fácil
                                                                                                      y sencillo como: “la extensión de una enfermedad”. Jamás imaginé que
                                                                                                      pudiera llegar a pasar; menos aún, con nosotros como involucrados.

                                                                                                        Atravesamos una catástrofe a nivel mundial. El primer caso reportado
                                                                                                      en nuestro país pasó desapercibido, para muchos sin importancia, y con-
                                                                                                      forme avanzaron los días el contagio aumentó de manera considerable.
                                                                                                      Es importante señalar que trabajo como médico residente, alrededor de
                                                                                                      un año, en un hospital de tercer nivel, y en conjunto con los directivos
                                                                                                      de mencionada institución nos preparábamos para lo que no tardaba en
                                                                                                      llegar; así, tuvimos nuestro primer posible contacto en las instalaciones.
                                                                                                      Había empezado el tiempo de cuarentena, iban exactamente ocho días
                                                                                                      de la misma; como médico, hijo, hermano y tío, me preparaba, y a los
                                                                                                      míos, para lo peor. Fue entonces cuando decidí aislarme; pensé: “Tengo
                                                                                                      que infectarme, muy probablemente llegue a suceder, pero ellos no, mi
                                                                                                      familia tiene que estar a salvo”. Pasaban los días, y sentía que al miedo
                                                                                                      debía tenerlo como aliado, sin más; pero había situaciones en las que eso
                                                                                                      no era posible, sobre todo, cuando tenía que enfrentarme a la “amenaza”,
                                                                                                      aquella que usaba como víctima al ser humano, “a mis pacientes”; en-
                                                                                                      tonces hacerle frente era la única opción, luchando junto a mis colegas.

                                                                                                        El apoyo de mi familia ha estado, y estará, siempre presente sin ex-
                                                                                                      cepción. Recuerdo un domingo de la cuarentena, más no cuántos días
                                                                                                      habían transcurrido, en el área de hospitalización, cuando me quebré.
                                                                                                      Aquella noche, de repente, entré en llanto, sentía venir un huracán, el
                                                                                                      peor de ellos; pensaba en mi familia, en mi madre, me preguntaba a mí
                                                                                                      mismo “¿En qué momento sucedió todo esto?”, sin haber estado pre-
                                                                                                      parados, en lo más mínimo, para algo similar. Fueron los mensajes de
                                                                                                      texto de mis seres queridos al igual que mi compañera de piso quien me
                                                                                                      auxilio. Es que muchas veces, en general, decidimos armarnos de valor y
                                                                                                      seguir, pero siempre hacen falta palabras de aliento para hacerlo, más en
                                                                                                      circunstancias como esta.

                                                                                                        ¿Los médicos somos héroes? yo no lo veo así; somos seres vulnera-
                                                                                                      bles, que necesitamos apoyo. Me di cuenta de que el mundo en general,
                                                                                                      dependía de un policía, un militar, un agente de tránsito, una cajera; y
                                                                                                      que los mejores diplomáticos, tenían que permanecer en sus casas, para
                                                                                                      salvaguardar sus vidas y las de los suyos, y básicamente en eso consistía
                                                                                                      la cuarentena.
                                                                                                        El Covid19 era, y sigue siendo, nuevo para todos. En el hospital nos


                                                                                                      Regreso al Indice                                      303
   297   298   299   300   301   302   303   304   305   306   307