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que implicaba aislar con plástico los equipos médicos, la camilla y el cuatro años, casada, tercer embarazo, residente en una comunidad muy
habitáculo. Cumplido el trámite, empezó el urgente viaje. lejana de la cabecera cantonal. Refería que empezó con dolores de parto
en la madrugada, pero temerosa de la situación se había negado a visitar
Ya en la localidad, el ingreso fue complicado dado que los moradores
impedían el ingreso de extraños y bloqueaban con cadena el acceso vehi- el centro; no obstante, tal era el dolor que no tuvo más alternativa que
cular; sin embargo, apareció “Juan” el hermano de la sospechosa, para acudir en busca de ayuda. Como allí no tenían lo necesario, una nueva
lograr el acceso y la consiguiente atención en el domicilio, donde en- transferencia a cargo de Yanqui y Chinita estaba en proceso, por lo tanto,
contraron a “Julia” acostada en la cama, temblorosa y con sudoración. cuestionario en acción; así, conocieron que un vecino de la futura madre
En respuesta al interrogatorio de rigor, manifestó que su madre había había fallecido con diagnóstico confirmado positivo de coronavirus,
fallecido una semana atrás con síntomas respiratorios, mientras que ella luego de haber estado en el litoral ecuatoriano, lo cual podría complicar
regresó de la costa dos semanas atrás, y que desde hace cinco días pre- todo el escenario, tanto de ella, su bebé, etc. Sin tiempo que perder, a la
sentaba tos seca, alza térmica no cuantificada y dificultad para respirar. ambulancia, sirenas encendidas rumbo al hospital por el bien de todos los
involucrados. De golpe, síntomas de preeclamsia grave, aumento de con-
El examen físico registró frecuencia cardíaca de 120 por minuto, tracciones e inicio de labor de parto expulsivo. “Marina”, enfermera que
Temperatura 38°C, Tensión Arterial 112/70 mmHg, Glasgow 15/15, Sa- acompañaba en la transferencia, ayudó a Chinita a atender el parto sobre
turación de Oxígeno al ambiente 80%, Taquicardia, Pulmones estertores ruedas. Sucedió, y el recién nacido lloraba vigorosamente, lo cual fue
crepitantes basales, Abdomen suave depresible no doloroso, extremi- motivo de alegría para todos, dentro del escenario general desconocido
dades sin edemas, sudor, con diagnóstico presuntivo de Caso Sospechoso sobre si América y su hijo estarían contagiados o no. En el hospital los re-
COVID-19. “Chinita” le administró cinco litros de oxígeno por masca- cibieron de inmediato siendo otra transferencia exitosa. No se supo más.
rilla, situación que llevó la saturación a 94, al tiempo que notificaba a la
central de emergencias sobre el traslado de la mujer a una casa de salud La realidad se transformó en pandemia, y los casos, en contagio co-
de la localidad para su recepción. munitario, con miles de atenciones, de todo tipo. No tenían más alterna-
tiva que seguir, sin parar, sin tiempo de pensar o lamentarse, vocación
Al llegar al centro hospitalario, nadie quería acercarse a la ambu- por delante, confiando en que el virus no se hospede en su organismo.
lancia, llenos de temor. Fue “Antony”, el joven médico rural de lugar, Continuará.
quien tomó la responsabilidad de recibir, tanto a la paciente, con trato
cálido y optimista, así como el informe de la protagonista de este relato,
obviamente cumpliendo con el protocolo de bioseguridad establecido. Autora: Md. Janneth Morales
Dos semanas después, “Julia” recibió el alta en condiciones de salud
estables, lo que fue una importante noticia para “Chinita”, “Yanqui” y
todos los involucrados en el proceso, dentro de la trágica situación na-
cional producto del virus y su veloz expansión.
Al siguiente turno, la pareja llegó a trabajar con mucho entusiasmo;
además, en medio de las necesidades y escasez de materiales, Yanqui se
inventó una cápsula de transporte para evitar el contagio. La verdad, la
única manera para enfrentar al nuevo virus, desde lo emocional, es no
caer en el pánico general que ha traído consigo, lo que no significa que
los golpes estén ausentes; por ejemplo, ese mismo día se enteraron sobre
la prueba positiva de un colega cercano, lo que trajo melancolía e impo-
tencia al entorno laboral. Así funciona. Chinita aferrada a Dios, oraba
en los turnos, clamaba por su salud y la del prójimo, encontrando la paz
espiritual que le permitía continuar con sus labores.
Los casos aumentaban y llegaban desde la Costa al centro de salud;
entonces, un día de ellos, tuvo que atender a una gestante con sospecha
de COVID-19 llamada “América”. Se trataba de una paciente de veinti-

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