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                     nuestras  creencias  y  supersticiones.  Al  fi nal  de   Cosas del cuerpo (1999) los conceptos de vida
                     este poema escribe: «En ese mundo  quieto  y   y muerte  aparecen  estrechamente  ligados y
                     seguro fui curado para siempre. / En mí se harán   se  plantea  la lucha  permanente  de  nuestro
                     todos los milagros. / Eso vi. / Qué no habré visto».   ser físico frente  a las enfermedades;  todas las
                           En el poema «Responso ante el cadáver   circunstancias  materiales  que  lo  afl igen,  lo
                     de mi madre muerta»  (Banderas detrás de la   deterioran y lo amenazan. En el poema «Nuestra
                     niebla) el poeta dice: «A este cadáver le falta   reina»,  el poeta habla de la hermosura  de la
                     alegría. / Qué culpa tan inmensa / cuando a un   doctora  encargada de cuidarlos porque  su
                     cadáver le falta alegría».                   belleza es símbolo de salud, de larga vida:
                           Watanabe repite el verso «a este cadáver   «Eres nuestra reina. / Los enfermos estiramos las
                     le falta alegría» y remarca así la oposición entre   manos  atribuladas  /  hacia  ti,  en  triste  cortejo.
                     dos conceptos antagónicos: muerte-vida. Y ante   / Queremos tocarte cuando cruzas los pasillos,
                     el espectáculo de la muerte,  aparece como   / altiva, docta, saludable, /oh sí, saludable».
                     una ironía la idea de que los muertos no están     Pero  el  poeta  sabe que  la vida no
                     muertos  para siempre, porque incluso, puedes   siempre  es  belleza y salud, y  que  incluso  ella,
                     ser  víctima de sus burlas: «Ya se está yendo  y   su reina, puede morir, y no por eso su belleza se
                     no le prometas nada: / le provocarás una frase   habrá terminado.  Entonces  escribe: «Pero  si el
                     sarcástica / y lapidaria que,  como  siempre, te   conocimiento no te exime / y también te mueres,
                     dejará hecho un idiota. / Once hijos, señora   serías una bella muerta. / Tienes nariz alta, boca
                     Coneja, y ninguno sabe  qué diablos  hacer /   / que cierra bien, que se sella, /párpados tersos,
                     para que su cadáver tenga alegría».          largo  cuerpo  para ser  tendido  /voluptuoso  /
                           Una lucha de contrarios en la que parece   sobre una mesa de hierba».
                     prevalecer el concepto  de la muerte  como          Watanabe también ironiza  con  la idea
                     tránsito hacia otra existencia. Por eso, a pesar de   de la muerte,  que no le produce melancolía;
                     que nos habla de un acontecimiento que por lo   más bien, la belleza y la sensualidad de quien
                     común es doloroso y desconcertante, no resulta   vela por él o por ellos, le quita a la muerte todo
                     patético ni sentimental y Watanabe escapa así   signo de tragedia.
                     de la cursilería.                                  En el río, como elemento poético, se da
                                                                  la aspiración de una vida saludable relacionada
                     2. LA IMAGEN DE LA MUERTE DESDE LA INDIVIDUALIDAD  con el pasado en Laredo y la idea de la muerte
                                                                  acechante.  Leamos  el  poema  «Los  ríos»:  «Mi
                     Es  verdad que el medio nos forma en         hermana viene por el pasillo del hospital, / con
                     determinadas ideas acerca de la muerte, pero   sus zapatos  resonantes,  viejos, peruanos.  / De
                     nuestra  percepción  de  ella  se  individualiza   pronto / alguien hace funcionar el inodoro, y es
                     por las  experiencias particulares que vivimos,   el río  Vichanzao  / terroso  / corriendo  entre  las
                     aquellas que nos tocan  la carne  y el espíritu,   piedras».
                     directamente. Sabemos que Watanabe estuvo          Primero  se  presentan  estos  versos  en   55
                     en  la década del ochenta  en  Alemania      que Watanabe reconoce en la turbidez de las
                     tratándose de una aguda dolencia. En su libro   aguas su propia enfermedad. Sin embargo, una
                                                                  nueva imagen viene a serenarlo: «Y mi graciosa
                                                                  hermana abre el caño / y lava el plato, y esta vez
                                Los conceptos de vida             es el Moche, cristalino / y benéfi co, / entrando
                                  y muerte aparecen               por las heridas de mis costados / abiertos como

                                estrechamente ligados             dos branquias».
                                                                        Observamos cómo  un  hecho  tan  trivial
                                 y se plantea la lucha            (abrir el caño) lo trae otra vez a Laredo, al
                                permanente de nuestro             río  –esta  vez  cristalino  y  benéfi co–.  Y  en  ese
                                 ser físico frente a las          contacto  vivifi cante  con  la  naturaleza,  la  vida
                               enfermedades; todas las            le disputa a la  muerte  su cuerpo enfermo  y le
                                                                  prodiga un instante de voluptuosidad: «Rico ser
                              circunstancias materiales           pez entonces: una sensualidad / que me permite
                             que lo afl igen, lo deterioran        / este dolor».
                                                                        Sin embargo, leamos el poema «Orgasmo»
                                    y lo amenazan.                (Watanabe 2006): «¿Me  dejará la muerte  /
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