Page 17 - Revista Digital Mandrágora Edición Mayo
P. 17
Confesiones
Cuando se sobrecalienta mi carro, debo detenerme y verificar que tenga agua en el
radiador, soluciono todo continúo con mi viaje, y en otras ocasiones mi esposo le
revisa el aceite para que no se funda el motor. Sé que se han de preguntar ¿Cómo
puedo pasar del accidente de la joven a pequeños tips sobre el motor de un carro?
Pues, es precisamente lo que pude entender en una mala comparación, porque
lamentablemente en eso nos hemos convertido, en motores, olvidando nuestra
humanidad en la infancia. Sin embargo, todo motor necesita de cuidado y
mantenimiento, y en nuestro caso como seres humanos, somos los encargados de auto
cuidarnos. Hombres y Mujeres, olvidamos que nuestro cuerpo y nuestro espíritu
necesita un breve descanso, necesitamos de un conocimiento claro sobre nuestros
sentimientos, de lo que queremos o aspiramos, pero lo confundimos con la necesidad
de satisfacer a una pareja para asegurar su compañía.
El amor es dar y recibir, pero el verdadero amor es cuando das porque dentro de ti
tienes amor, porque si no tienes amor… Entonces ¿Qué es lo que exiges? No podemos
pasar por la vida exigiendo a los demás que nos den, cuando nosotros mismo no
podemos dar lo que no tenemos.
Desde aquella experiencia con la joven, decidí preocuparme por mí, darme más
tiempo, conocerme a mí misma, analizar lo que me hace poner triste o lo que me hace
feliz, qué deporte me gusta, conocer mi color favorito, hacerme un test propio y,
mientras he ido viendo y buscando mis necesidades, fui conociendo más a mi familia
para prestarme en lo que pueda ayudarles.
Solo les digo que, pese a todas las dificultades que nos hacen endurecernos, no nos
convirtamos en motores incapaces de sentir. Recordemos que estamos hechos a
imagen y semejanza de Dios, que estamos hechos de valores espirituales y humanos.
Por Mariana Barros V.