Page 18 - Revista Digital Mandrágora Edición Mayo
P. 18

Tendencia











       Esto no es un testimonio





         Esto  no  es  un  testimonio  de  uno  que  ahora  alaba  a  "cristo",  no  es  una  charla

         motivacional para ayudarte a nada, no es una hazaña anecdótica. Te voy a contar una
         historia muy fea, una real, de la que pude salir ileso, un poco.



         El deterioro físico y mental fueron evidentes. Incontenible. La gente me veía con asco,

         tú me veías con asco, pues, daba asco. Vivía en el techo de mi casa, en calzoncillos,
         reía  y  hablaba  sólo.  En  el  2007-2008  usé    drogas  aislantes;  heroína  (intravenosa),

         crack, ansiolíticos y licor barato, terminé ensangrentado por la calle pidiendo monedas,
         comí en los tachos de basura de toda la Alborada y Sauces, al centro llegaba con los

         bolsillos llenos de sobres de polvo y pepas, el alma vacía, la cabeza repleta de malas
         vivencias, con una delgadez impresionante.




         Yo también morí, una, tres, siete, ¡treinta y un veces!.Todas las noches, me lanzaba
         desde  el  piso  más  alto  del  Fórum  en  mis  pesadillas,como  dice  Santos  Feijó  en:  El

         enemigo  necesario  “Sabemos  muy  bien  lo  que  es  estar  muerto  vivo,  padecer,
         lamentar”.



         Llorando,  berreando,  a  moco  tendido  le  pedía  a  mi  hermano  Piero  esa  ayuda,

         imploraba, me revolcaba del dolor de huesos producto del síndrome de abstinencia.
         Jamás le robé a nadie, pero me llevé hasta el techo de mi casa, jamás me prostituí pero

         ganas no me faltaron, ¿quién iba a pagar un centavo por un despojo humano?.Perdí
         familia, vínculos, trabajos y negocios, que me han costado mucho enmendar. Aún sigo

         perdiendo amistades por decir las verdades y criticar nuestros errores, hasta ahora.



          Perdí rumbo total. La violencia con la que me drogaba era aterradora, era como si a
         diario debía castigarme drogándome por no poder parar, no podía parar, no sabía parar,

         no encontraba la manera de dejar de consumir, mis pulmones explotaron, (el izquierdo

         para ser preciso),vomité sangre, escupí negro, desperté entre mis vestigios, vengo de la
         tuberculosis,  del  cementerio,  de  los  terrenos  baldíos,de  los  fondos  inenarrables.  Me

         curé y me sigo curando a diario del peor cáncer, yo ya hice todo eso que algunos  año-
   13   14   15   16   17   18   19   20   21   22   23