Page 224 - Arquitectos del engaño
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El General masón José de Matos como ministro de guerra se encargó de que Portugal en 1.916
participara en la Primera Guerra Mundial. En la vecina España, desde el principio se habían dado cuenta del
peligro que constituían los masones para el estado. Por lo tanto, toda la gente que pertenecía a varias logias
se tuvieron que enfrentar con la pena de muerte ya en 1.814. Esto incluso fue mencionado en la Gran
Enciclopedia Soviética (1.938).
El golpe de estado de los Jóvenes Turcos de julio de 1.908 fue realizado por masones turcos,
dirigidos por el Gran Oriente de Francia (Oleg Platonov, "La corona de espinas de Rusia: La historia secreta
de la masonería 1.731-1.996", Moscú, 2.000, volumen II, p. 228). El Grand Oriente otomano de influencia
judía con el gran maestro Mahomed Orpheu Pasha al frente tomaron el poder en Turquía en julio de 1.908.
Las logias del Gran Oriente (Labor et Lux y Macedonia Risorta) que habían instigado la agitación estaban
situadas en Saloniki. Esto fue confirmado por la revista masónica francesa la Acacia de octubre de 1.90 .
El Sultán se dio cuenta del peligro y puso a los masones bajo vigilancia, ya que eran mucho más
perspicaces que su policía. Que el movimiento estaba realmente instigado por Gran Oriente de ltalia fue
confirmado por uno de sus líderes, Refik Bey, al periódico francés París Temps el 20 de agosto de 1.908.
En la reunión que tuvo lugar en la logia Voltaire de París el 16 de junio de 1.910, un representante de
la embajada turca admitió que "la francmasonería apoyó fuertemente la Revolución Turca y todos los
intelectuales del Imperio son ahora miembros de diversas logias de Turquía" (L'Eclaire, junio de 1.910). La
revista del Gran Oriente l'Acacia revelaba ya en septiembre de 1.907 que el Sultán Abdul Hamid debía ser
derribado. El líder masón judío Emmanuele Carasso (la Grande Oriente d'Italia) fue uno de los
conspiradores. Fue uno de los que fundó los Jóvenes Turcos.
La conspiración contra Turquía fue organizada por el agente británico masón Buxton. El periodista
masón Ahmed Riza, que había sido expulsado de Turquía, se convirtió en portavoz del nuevo Parlamento.
Fue el líder destacado de los Jóvenes Turcos (el Grupo Donmeh). Después de la exitosa "revolución", los
masones expusieron su versión del humanitarismo - comenzaron a matar a sus enemigos políticos. Todos los
eslóganes altisonantes fueron olvidados.
Cuando fue establecido el nuevo gobierno masónico, los representantes de unas cincuenta logias
fundaron el Grand Oriente otomano en Estambul, de la cual fue gran maestro Mahomed Orpheu Pascha. La
situación política en Turquía estaba controlada por los líderes masónicos judíos Georges Sursock, David
Cohen y Raphael Ricci. Estos tres conspiraron para llevar a cabo el asesinato de más de un millón de
armenios en 1.915. El ministro del Interior Mehmet Talaat Pascha fue su principal responsable. Fue
asesinado por un armenio en 1.921.
Los masones de alto rango y miembros del gobierno Enver Pascha Bey y Mehmet Talaat Pascha
llegaron al poder en 1.913. Cuando al año siguiente metieron a Turquía en la guerra del lado de Alemania,
en contra de las órdenes del Gran Oriente, la élite masónica internacional estaba furiosa (N. Eggis,
"Frimureriet" / "Masonería", Halsingborg, 1.933, p. 145-146). El desobediente "hermano" Enver Pascha fue
asesinado el 4 de agosto de 1.922 en Baldschuwan.
Bajo el signo de Escorpión - el 12 de noviembre de 1.912 - un anarquista masón, Manuel Pardinas,
mató al ministro español liberal José Canalejas Méndez, mientras paseaba por la Puerta del Sol de Madrid.
Acto seguido, el asesino se suicidó.
Carol I de Rumania fue envenenado el 10 de octubre de 1.914 por los masones rumanos debido a su
apoyo a Alemania. Los masones estaban tan ansiosos que anunciaron el asesinato en San Petersburgo antes
de que realmente hubiera pasado.
Los masones así pues deponen, asesinan o nombran monarcas, altos cargos, primeros ministros y
presidentes a voluntad. Entre sus víctimas encontramos a Louis XVI, Leopoldo II de Austria, Gustavo III de
Suecia, Dom Miguel y Dom Petro de Portugal, Don Carlos de España, Carlo Alberto de Cerdeña, France II
de Nápoles, el gran duque de la Toscana, el Zar Nicholas II de Rusia, los Duques de Módena y de Parma y
muchos más.
Hay masones que en pleno éxtasis levantan sus grandes cuchillos y gritan en hebreo: "¡Nekam
Adonai!" - ¡La venganza de Yahvé! (Sofia Toll, "Los hermanos de la noche", Moscú, 2.000, p. 343) El lema
del Rito Escocés era: "¡Victoria o muerte!"
Las revistas masónicas de todo el mundo (The American Freemason, The American Tyler y The
Freemason) afirmaron en varias ocasiones en la década de 1.920 que la Primera Guerra Mundial había sido
obra de los masones, que encarnaba la batalla final por los ideales masónicos.
El masón alemán Ernst Freymann admitió después de la Primera Guerra Mundial en su libro "Auf
den Pfaden der Internationalen Freimaurerei" (1.931): "Es la masonería mundial quien durante muchos años