Page 23 - Arquitectos del engaño
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El memorando del Gran Consejo Masónico dice: "Esta venganza afecta implícitamente a aquellos
que están en el poder." ("Cette venjeance implicitement s'exerce sur eux ont le droit.") Jacques de Molay
también maldijo a Francia desde su pira de hereje. En 1.315, Francia y la mayor parte de Europa fueron
afectadas por la primera de una serie de años de malas cosechas. Llovió constantemente durante los años
1.315 a 1.318.
Cualquiera podía ver que algo no iba bien. La Peste Negra estaba esperando en la esquina. Y
entonces vino la guerra.
Desde 1.346 a 1.352, la Peste Negra devastó toda Europa. La peste bubónica se cobró unos 24
millones de vidas, un tercio de la población europea. Las ratas y las pulgas de las ratas propagaban la
enfermedad. De antemano, ciertos poderes de la iglesia se habían asegurado que los gatos fueran
endemoniados y perseguidos. Los gatos podían, por tanto, limitar el número de ratas. Los ladrones y los
saqueadores estaban por todas partes. Un rumor afirmaba que los judíos estaban detrás de esta catástrofe sin
precedentes y miles de judíos fueron asesinados.
El gran maestro de los Caballeros Templarios, Beaujeu, un predecesor del Jacques de Molay, visitó a
de Molay durante su encarcelamiento. A petición de de Molay, abrió la tumba del tío de de Molay y sacó un
arca que contenía los documentos de los Caballeros Templarios. Estos fueron transportados a Escocia
(Lenningen, "Encyklopaedie der Freimaurerei", Leipzig, 1.863). Los masones suecos aún conservan alguna
propiedad dejada por los Caballeros Templarios (Henning Melander, "Frimurarnas hemlighet" / "El Secreto
de los Masones", Estocolmo, 1.916, p. 20).
El 24 de junio de 1.314, los escoceses ganaron la batalla contra los ingleses en Bannockburn, cerca
de Stirling, debido a la intervención inesperada de los Caballeros Templarios (que fueron considerados
"guerreros desconocidos"). Escocia posteriormente se convirtió independiente y así permaneció durante 289
años. Entre los guerreros había Sir William St. Clair (posteriormente Sinclair) de Roslyn.
El líder masónico americano Albert Pike, escribió en su libro "Moral y Dogma": "La orden vivió,
bajo diferentes nombres y fue dirigida por maestros desconocidos y revelaba su existencia sólo a aquellos
que, pasando a través de una serie de grados, demostraban ser dignos de que se les confiara el peligroso
secreto."
Fue por esta razón que los infiltrados de la Orden del Temple quisieron fundar la gran Logia de
Europa para los masones el 24 de junio de 1.717. Esta fecha marcaba la victoria de los Caballeros
Templarios y traería suerte en la guerra secreta y mágica de los francmasones contra la civilización
tradicional. El día del Cazador, el 24 de junio, es un día santo para los masones. También era un día
importante para la Orden del Temple.
Después de Jacques de Molay, el liderazgo pasó a Jean-Marc Larmenius, que fue iniciado en los
secretos de la orden por de Molay, mientras el gran maestro estaba en la cárcel. Larmenius, que venía de
"Tierra Santa", se salvó porque se fue de Francia. En 1.324, Thomas Theobald fue elegido el nuevo gran
maestro en la sombra. El último gran maestro conocido por nosotros fue Bernard Raymond Fabre - Palaprat
(1.804-1.838), que también era masón del Rito Escocés. Todo ello según un documento secreto, "Larmenius
Charta", que salió a la luz en 1.804 (Michael Baigent, Richard Leigh, "El templo y la casa de campo",
Londres, 1998, p. 114). Aquel año, Napoleón legalizó la Orden de los Caballeros Templarios.
Los mismos masones, en realidad, admiten que de Molay tuvo tiempo de transmitir sus secretos a su
sucesor antes de ser quemado y que el sucesor logró fundar logias secretas en París y Estocolmo (Peter
Partner, "Los Magos Asesinados: Los Templarios y su Mito", Oxford, 1.982, p. 110-114).
El descubrimiento en Rennes-le-Chateau
En 1.891, el sacerdote Berenguer Saunière encontró cuatro pergaminos manuscritos dentro de una
columna vacía del altar de su iglesia del siglo XIII en Rennes-le-Chateau, en Aquitania. Los pergaminos
estaban escondidos dentro de un tubo de madera. Dos de ellos contenían una tabla genealógica de 1.244, el
mismo año en que el último baluarte de los cátaros de Monsegur, a pocos kilómetros de Rennes-le-Chateau,
cayó en manos de la Inquisición. Los otros documentos eran mapas y textos parcialmente codificados en
francés y latín. Algunos de los códigos eran simples: algunas letras eran un poco más grande que otras, y al
leer las letras más grandes, se revelaba el siguiente mensaje: A DAGOBERT II ROI ET A SION EST CE