Page 34 - Arquitectos del engaño
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La cábala se originó del hecho de que los Israelitas no tenían ningún sistema de posiciones numéricas
        ni ningún signo para el cero. Estas matemáticas avanzadas presentaban dificultades insuperables. La suma y
        la resta funcionaban bien, pero la multiplicación, la división y utilizar fracciones se volvía imposible. Los
        Israelitas  por  tanto  utilizaban  los  números  en  circunstancias  mágicas  y  religiosas,  más  que  para  resolver
        problemas prácticos. Se convirtieron en adeptos a la numerología y la guematría. Las palabras se asociaron
        con diferentes números para simplificar la profecía. La ciencia mundana estaba prohibida junto con ciertos
        alimentos, incluyendo la carne de cerdo.
               El antiguo principio de la guematría establece que cada letra también significa un número. El valor
        numérico de una palabra es equivalente a una medida geométrica como una línea, una superficie, o como el
        espacio.
               Los cabalistas, por otra parte, interpretan el número como otra palabra o frase, que revela el sentido
        oculto de la palabra original. El cabalista del siglo XIII Abraham Abulaphia estaba convencido de que la
        cábala era un instrumento mágico muy eficaz y advirtió en contra de ella.
               Los masones Christopher Knight y Robert Lomas admitieron que cada gran maestro es un sacerdote
        de Yahweh ("El segundo Mesías", Londres, 1.998, p. 290).
               Hoy los masones afirman que la masonería fue fundada por el Rey Salomón, que fue el primer gran
        maestro. Es cierto, sin embargo, que las modernas logias masónicas están conectadas con la orden de los
        Caballeros  Templarios.  En  el  año  2.000,  los  masones  hicieron  una  gran  celebración  porque,  según  su
        concepción cabalista de las cosas, era el 6.000º aniversario de la masonería. No hay ninguna prueba de esta
        hipótesis en los textos originales de los masones.
               A medida que sube escalafones, al masón se le informa del código de dos letras Mac Benac (MB),
        que significa, "la carne ha caído de los huesos". Esto fue pronunciado cuando se desenterró el cuerpo del
        constructor Hiram Abiff. Él también estaba considerado como un hijo de la viuda.
               Una leyenda importante dentro de la francmasonería se refiere a este Hiram Abiff, el constructor del
        templo del Rey Salomón. Abiff, llamado Huram Abiff en las Crónicas II, fue asesinado por sus aprendices y
        cimentado en el muro del templo. Todavía es alabado y algunas fuentes masónicas tienen un animado debate
        sobre si Hiram Abiff en realidad era Jesucristo. El asesinato de Hiram es re-promulgado en la iniciación del
        tercer  grado.  Parece  ser  que  el  asesinato  no  constituye  ningún  crimen  para  los  masones,  sino  un
        desprendimiento de antiguas concepciones del mundo y el renacimiento en un nivel superior.
               Los arqueólogos no han encontrado evidencia de Hiram en sus lugares de excavación y las muchas
        versiones de la historia no se corresponden la una con la otra.
               La puerta estaba abierta para los políticos aventureros cuyo objetivo era un poder invisible en todo el
        mundo. La demanda más importante de la masonería se convirtió en la estricta observancia, porque de lo
        contrario  sería  imposible  llevar  a  cabo  una  revolución.  Sobre  todo  los  masones  italianos  y  franceses
        empezaron a utilizar la organización como una cubierta para su actividad política. Los mensajes políticos
        quedaban ocultados por la terminología críptica.
               La  primera  logia  de  Francia  (Santo  Tomás)  fue  fundada  en  1.725,  en  1.726  la  francmasonería
        apareció en Austria, en 1.728 en España (Madrid), en 1.733 en Italia (la primera gran logia fue fundada en
        1.750), en 1.735 en Suecia, en 1.736 en Suiza, en 1.737 en Alemania, en 1.739 en Polonia, en 1.740 en
        Rusia. A finales de 1.730 también había logias en Bélgica. La primera logia de Dinamarca fue fundada en
        1.745 y la primera de Noruega en 1.749.
               La masonería llegó a la India en 1.730, cuando se fundó la primera logia en Calcuta, en China en
        1.767 y en Australia en 1.863.
               Los  Caballeros  Templarios  reaparecieron  en  Francia  en  1.743  y  fueron  aceptados  muchos  nuevos
        miembros. Sus actividades comenzaron a aumentar en 1.754.
               La francmasonería se extendió a una velocidad increíble. Diez años después se fundó la primera logia
        en París, hubo cinco logias en esta ciudad, y en 1.742 habían registradas 22 logias. En julio de 1.789, justo
        antes del golpe de estado masónico en Francia había en el país 100.000 masones. Entre estos estaban los
        partidarios del rey y de la clase política durante el golpe. El lector probablemente se puede imaginar lo que
        les sucedió a aquellos que no estaban del lado del líder del Illuminati francés, Robespierre. Pero ellos no
        habían alcanzado los grados más altos y no tenían ni idea de la verdadera naturaleza de la orden.
               La realidad entre bastidores resulta ser completamente diferente cuando uno se eleva a través de los
        grados. En los países cristianos, la masonería se presenta como cristiana, pero en países islámicos usa una
        cara  musulmana.  En  realidad,  la  orden  adora  a  otro  ser,  al  gran  arquitecto  del  universo  Jahbulon,  la
        naturaleza  del  cual  guarda  un  gran  parecido  con  la  de  Lucifer.  Los  masones  están  obligados  a  creer  en
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