Page 340 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


             ba, se engruesa la sangre y pone la lengua roja; la lengua amarilla con
             enfermedades del hígado y los riñones, la lengua muy pálida es que se le enfría
             la sangre, no hay circulación”. Estos espe- cialistas tratan diferentes
             enfermedades, como maleficios, fisión o mal de ojo, mordeduras por

             serpiente, entre otros padecimientos. Algunos curanderos de Palenque San
             Basilio sueñan con los padecimientos de quienes le consultan, pudiendo prever
             los diagnósticos y las plantas medicinales que han de utilizar en cada caso. Es
             costumbre de los kankamanes trasladarse en espíritu por la noche, participar

             de festines con las brujas y lanzar bolas de fuego para probar la resistencia de sus
             aprendices, situación que hace sentir temor a los palenqueros y les previene de
             salir más allá de la media noche. En Palenque se narran historias sobre
             kankamanes capaces de atrapar brujas que pasaban volando transformadas
             muchas veces en aves y que podían enviar ataques como relámpa- gos. Sobre

             las brujas palenqueras se dice son generalmente mujeres de edad avanzada,
             que apren- den a volar y realizar otros hechizos mediante pactos con espíritus
             diabólicos, estas mujeres pue- den transformarse en aves para transitar el cielo
             las noches de martes, miércoles y viernes, y ade- más pueden extraer la sangre

             de infantes desde los techos de las viviendas o afectar las personas empleando
             otras artimañas mágicas. En Nuquí, Chocó, existen diferentes practicantes de
             medici- na tradicional, como personas que curan la “inflamación”, la “lombriz”,
             el mal de ojo, “mal de los siete días”, mal aire y mordeduras por serpientes; otros

             que se dedican a la preparación de botellas curadas, de “baños para el amor”,
             para tratar el ahogo o asma y riegos para la suerte. También sobadores o
             pegahuesos que tratan descomposturas y parteras que atienden las mujeres
             durante la gestación, el parto y el posparto; así como rezanderos que emplean

             novenas para curar, cantadoras y cumbancheros presentes en los ritos
             mortuorios. Además otros especialistas que intermedian con el mundo
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