Page 32 - APERTURA CIENTIFICA - EQUIPO 7
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Hubo un tiempo que se llegaba al conocimiento de forma lenta a través del ensayo
y error, y muchas veces, por accidente. El método científico y la química no existían,
tan sólo podíamos hablar de alquimia.
Durante siglos los alquimistas tuvieron a gala
mantener en secreto sus hallazgos y, en el caso
de que los pusieran por escrito, lo hacían en
términos muy complejos para que solamente
unos pocos –los iniciados- pudieran acceder a
ellos.
En ese universo de ignorancia y ocultismo nació
en Irlanda Robert Boyle (1627-1691), en el seno
de una familia aristocrática. Tuvo una educación
exquisita, como le correspondía al decimocuarto
hijo del Conde de Cork. Desde muy joven
aprendió a hablar griego, francés y latín, y con
ocho años ingresó en el prestigioso colegio de
Eton.
A pesar de que en sus inicios estaba convencido en la posibilidad de transmutación
de los metales, Boyle es considerado el padre de la química y, uno de los pioneros
del método científico.
Tras una formación académica envidiable por diferentes ciudades europeas se
estableció en Oxford y después en Londres, en donde comenzó sus experimentos
con los gases, siendo el primero en aislar uno de ellos.
Además, fue el responsable de la
definición de un elemento como una
sustancia que se podía combinar con
otros elementos para formar
compuestos y, que no podía ser
descompuesto en ninguna otra
sustancia más simple.
Algún tiempo después enunció la «Ley
de proporcionalidad de los gases»,
según la cual existe una relación inversa
entre la presión y el volumen de un gas,
cuando permanece a temperatura
constante.