Page 25 - Género y Salud√
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Organización Mundial de la Salud.
Informe sobre la Salud en
el Mundo 2005. ¡Cada madre y cada niño contarán!
Panorama General. Ginebra, Suiza: OMS; 2005
En esta publicación que nos entrega la Organización Mundial de la Salud, el Informe sobre la Por considerarlo de interés para sus
salud en el mundo 2005, el director general, Lee Jong-wook, menciona en su mensaje que las lectores, Género y Salud en Cifras
presenta una reseña del Resumen
madres, los recién nacidos y los niños son el bienestar de una sociedad y su potencial futuro, y elaborado por la OMS acerca del
que si bien las propias familias y las comunidades pueden hacer mucho para corregir la morta- Panorama General, del Informe
sobre la Salud en el Mundo 2005.
lidad materna e infantil que todavía presenciamos, también es una responsabilidad pública. En
ese sentido, señala la fragmentación de los servicios de salud frente a la necesidad de una conti-
nuidad asistencial desde el embarazo y el parto, hasta la infancia. Destaca que el mundo necesita
sistemas de salud coherentes, integrados y eficaces, capaces de responder a las necesidades de
salud, por lo cual es necesario apoyar a los países que trabajan por lograr el acceso universal a
los servicios y la protección financiera para todos los niños y las madres. De esa manera, cada
madre, cada recién nacido y cada niño obtendrían la atención requerida —sin sufrir gastos
catastróficos ni enfrentar la pobreza debido a los costos de tal atención—, y avanzaríamos hacia
el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y más.
La preocupación por la salud de la madre y el niño está inmersa en la de lograr los ODM. En este
documento también se señala un cambio de actitud frente a la atención materno infantil: de ser
programas bienintencionados de carácter técnico, al derecho de recibir atención de calidad, con el
Estado como garante, lo que la convierte en un imperativo moral y político; además, plantea que
en lugar de hablar de la salud de la madre y el niño se empiece a hablar de la salud de la madre, el
recién nacido y el niño. Para asegurar esa atención ininterrumpida se requieren sistemas de salud
amplios, fuertes, que aseguren el acceso univer-
sal a los servicios de salud, lo cual, aun cuando no
se alcanzaran los ODM, podría bene- ficiar la vida de
millones de personas.
Dentro del panorama general se
comenta que muchos países han
conseguido mejorar la salud y el
bienestar de las madres, los recién
nacidos y los niños, y que precisa-
mente aquellos con morbilidad y
mortalidad más altas son los que
menos han avanzado en la década
de los noventa; en algunos incluso
se han registrado retrocesos en la
mortalidad materna, neonatal y en
la niñez. Es en estos últimos donde
ha habido insuficientes inversiones
en los sistemas de salud, dificultades
en la organización del acceso a la atención materno infantil eficaz,
recesiones económicas y crisis de recursos humanos sanitarios exa-
cerbados por la pobreza y la epidemia de VIH/SIDA, favoreciendo
un contexto de exclusión, de grandes desigualdades. Además, los enfoques de los programas a
menudo han conducido a su fragmentación, lo cual dificulta la continuidad en la prestación de
los servicios y su profesionalización.
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