Page 20 - GÉNERO Y SALUD EN CIFRAS • Septiembre - Diciembre 2008
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Pero, si bien hay un reconocimiento de las dificultades que Las participantes sostienen que ser mujer viviendo en la calle
los niños y jóvenes tienen para sobrevivir en las calles, las es más peligroso y sancionado socialmente, y que la rela-
mujeres tienen problemas particulares, los cuales están acen- ción que se establece entre los miembros del grupo es dis-
tuados por sus condiciones de género. El género aparece criminatoria y excluyente para las mujeres. Aún sin ser ma-
como una estructura–estructurante de la feminidad que dres, las jóvenes son sujetas de censura por vivir en la calle,
demarca el ser y el hacer para las mujeres. Para las partici- lo cual se debe a los sistemas de control social que asocian
pantes, hombres y mujeres son diferentes con base en las a las mujeres con prácticas de las (“buenas”) costumbres.
diferencias anatómicas. Éstas encierran una serie de atri-
buciones y demandas sociales; aunque las entrevistadas no Las jóvenes que viven en la calle son censuradas porque se
usan la palabra género, su discurso y actividades llevan im- considera que han terminado por transgredir el espacio de
plícitos contenidos de la identidad de género como antagó- lo doméstico, se pelean y se drogan en la calle, y algunas
nicos-complementarios. Expresan conocimiento “natural” viven del hurto, la mendicidad y, en ocasiones, del sexo-
del ser hombre y mujer y determinan los espacios de acción servicio. 12
para uno y otra.
vi Se entiende como control informal a aquellas respuestas negativas que suscitan determinados comportamientos que vulneran las normas sociales.
Ver referencia 16.
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