Page 23 - GÉNERO Y SALUD EN CIFRAS • Septiembre - Diciembre 2008
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del matrimonio y lo doméstico, son corridas de sus casas o
                                                                     instituciones, regañadas, censuradas y en muchos casos les
                                                                     arrebatan a sus hijas e hijos su pretexto de ser malas madres
                                                                     o no estar capacitadas para ello.


                                                                     A las niñas y jóvenes que viven en la calle se les trata como
                                                                     hombres en las riñas, en la organización para la sobrevivencia
                                                                     del grupo y en la repartición de bienes. Sin embargo, cuando
                                                                     gestantes o madres, las mujeres adquieren otro sentido, se
                                                                     espera de ellas y se les exige que se dejen de drogar y cui-
                                                                     den –como toda mamá– a sus hijas e hijos, se dediquen a
                                                                     bañarles, alimentarles, quererles y educarles; como parejas,
                                                                     que organicen y aseen el hogar, les laven y preparen ali-
                                                                     mentos. Pero si estas mujeres incumplen con sus funciones
                                                                     sociales, pueden llegar a ser fuertemente sancionadas y en
                                                                     muchos casos golpeadas y/o dejadas por sus parejas. En
                                                                     contraste, demandan que las jóvenes sean buenas madres
                                                                     al tiempo que esperan que trabajen y los apoyen para el
                                                                     sostenimiento de la familia. De no ser así son acusadas de
                                                                     malas madres, compañeras y esposas y la sanción es dudar
                                                                     de la legitimidad de los hijos e hijas, las jóvenes son abando-
                                                                     nadas y maltratadas por sus parejas y ocasionalmente por
                                                                     el grupo.


                                                                     La desobediencia social al modelo hegemónico de la femi-
                                                                     nidad y maternidad de las jóvenes al vivir en las calles, trae
                                                                     múltiples consecuencias, no sólo por el estilo de vida en sí:
                                                                     consumen drogas, riñen, no duermen, entre otras cosas; sino
                                                                     porque este estilo de vida las coloca en un lugar de censura
                                                                     social y moral, en donde se ponen en tela de juicio sus capa-
                                                                     cidades y habilidades, sobre todo aquéllas relacionadas con
                                                                     su significado de ser mujer, su ser madres por parte de ins-
                                                                     tituciones y miembros del grupo, entre otros. Lo que tiene
                                                                     como consecuencia la práctica exacerbada de uso de drogas
                                                                     y otras prácticas de riesgo.




























                    Septiembre - Diciembre                                     sanciones a las conDiciones De viDa  Página
                          2008                                      De jóvenes y niñas maDres que viven en la calle  21
                                                                            y sus rePercusiones en su saluD mental
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