Page 105 - Desde los ojos de un fantasma
P. 105
con naranjas y suspiros
con quebrantos y medallas
con su fue
e incluso a veces
es mejor que no haya sido.
Los vagones son como alas
los raíles una hoguera
luz de insecto venturoso
memoriosa fluorescencia.
Hasta ahí llegó. Por más que se esforzaba, no podía recordar la mayor parte de
los versos. Un tanto decepcionado, se acercó al balcón para cerrar la puerta.
Afuera comenzaba a soplar un viento frío. Tarareó disimuladamente su fado
inconcluso para ver si provocaba el brillo de alguna luciérnaga, pero todo
permaneció a oscuras. Molesto consigo mismo por ser dueño de una memoria de
chorlito, se quitó las botas y regresó a la cama mal tendida.
A la cazadora, sin embargo, aquel diminuto fado le había gustado mucho porque
le recordaba todas las penurias que había tenido que pasar por culpa de la
desmemoria de su dueño. No había sido una luciérnaga la madrina de aquella
canción, pero por lo menos había provocado alguna chispa: a la cazadora se le
iluminaron los ojitos.
Era una lástima que Juan Pablo no pudiera ver la reacción que sus versos habían
provocado en su amiga.
Le habría hecho mucha ilusión.
¡Toc toc toc!