Page 108 - Desde los ojos de un fantasma
P. 108

el aroma de café recién tostado que subía desde el bar de la esquina.


               —Mire, don Juan Pablo —comenzó Míster Pro Tercero una confusa explicación
               ignorando todas las maravillas que entraban desde la Rua Mirasol —, el show
               business es un sistema diseñado para hacer del entretenimiento un negocio

               rentable…

               —De nada sirve una canción si no es escuchada por millones de personas —
               completó Míster Ex Doble, dejando clara su afición por interrumpir las frases de

               los demás—. El show business logra que el talento se transforme en éxito, y el
               éxito, como usted bien lo sabe, querido amigo, es dinero.

               Juan Pablo no estaba poniendo ni la menor atención a las palabras de aquellos

               dos hombres porque de pronto había recordado uno de los versos del fado que
               había creado en sueños.

               —Somos representantes de Smileys & Inc. & Inc. & Inc. & Inc., y según

               nuestros cálculos usted ganaría cuatrocientos cincuenta y siete euros por minuto
               si firmara un contrato con nosotros…

               —A veces la memoria es un espejo… —balbuceó el fadista, que, completamente

               ajeno a sus visitantes, trataba de atrapar el escurridizo verso.

               —Veo que le interesan los espejos… Déjeme ver… —dijo Míster Pro Tercero
               sacando de entre sus ropas una calculadora y lanzando al aire varias cifras

               extrañas que no parecían tener conexión con nada—. Vamos a ver, amigo…
               Usted podría comprarse dos mil setecientos cuarenta y dos espejos cada hora…


               —Y en el vapor luciérnagas se empañan…

               —¿Prefiere luciérnagas? Ahora mismo le damos el dato —ofreció con falsa
               cortesía Míster Ex Doble.


               Entonces el productor profesional y provechoso comenzó a realizar una nueva
               operación en la calculadora. Tardó un poco en encontrar la cifra que buscaba,
               pero al cabo de un rato pudo anunciarla lleno de orgullo.


               —Luciérnagas más, luciérnagas menos, usted podría recibir unas treinta mil
               luciérnagas en caso de que decidiera ceder sus derechos a nuestra disquera.
   103   104   105   106   107   108   109   110   111   112   113